Sospechosas.

27.1K 1.6K 1.4K
                                    

   ~Calle~

Al abrir los ojos decidí estirarme sobre la cama, me sentía cansada y con un poco de sueño debido al tiempo en que había dormido.

A mi lado Poché seguía profunda, la posición en que estaba descansado me embobo de cierta manera, lucía perfecta y con ella todo parecía perfecto.

El sol intentaba traspasar aquel ventanal de vidrio que daba al mar, me senté visualizando aquello, el mar era totalmente azul aqua, o al menos así lucía en contraste con aquella arena casi blanca.

Me puse de pie acercándome un poco más para tener una mejor vista, que solo obtuve cuanto volví la mirada a Poché.

Suspiré en medio de una sonrisa recordando las formas en las que nos habíamos tenido la noche anterior.

Me acerqué al clóset y abrí las puertas, busqué entra la ropa que había encontrando una pijama de short y camisa holgada, como las que solíamos utilizar. La saqué junto con la ropa interior que usaría y ahora fui para el baño.

Aquel cuarto era asombroso, igual que la casa completa; dejé la ropa sobre el mueble en que está estaba el lavamanos apresurándome a abrir la llave que dejaba salir el agua para tomar una ducha rápida.

Diez o tal vez quince minutos después pasé la toalla por mi cuerpo para secarlo y vestirme.

Al salir noté que Poché seguía dormida y una sonrisa más de escapó de mi. Sequé con la pura toalla mi cabello decidiendo no pasar el cepillo por el.

Me dirigí a la cocina y busqué algo que podría preparar para desayunar. Volví a la habitación dispuesta a despertar a mi pequeño pollo, pensé que mientras yo terminaba de utilizar la cocina ella podría meterse a bañar.

Me tiré boca a bajo sobre la cama, a un lado de ella volviéndola a mirar. Que bonita era.

—Despierta —Susurré acercándome a su oreja para dejar un beso en ella y luego otro sobre su mejilla, —Poché, despierta —Volví a hablar repasando los rasgos de su cara con uno de mis dedos.

Se movió instintivamente cuando uno de mis dedos molestaba su nariz. Me reí volviendo a provocar esa acción, se veía tan tierna.

En un tercer intento por molestarla me fue imposible alejar mi mano de ella ya que la había tomado.

—¿Te diviertes? —Preguntó haciendo que muriera de risa ya que era evidente su molestia por haber sido despertada.

—Si, y si me soltaras podría divertirme mas —Contesté atrayendo mi mano que aún seguía entre la suya.

Hizo un gesto que me provoco volver a reír, ella volteó los ojos y seguido a eso me soltó girándose para quedar boca abajo.

Me mordí el labio intentando que eso no me diera más risa acercándome a ella, hice su cabello de lado y seguido a eso posé mi mano en su cintura.

—¿Por qué andas bravita? —Dejé un beso sobre su hombro y esperé a que contestara.

—No estoy brava, solo tengo sueño rosquita —Atendió adormilada.

—¿Pusiste atención en el como en llamaste? —Respondí al instante, esa palabra había traído a mi mente nuestra vida anterior.

—¿Rosquita? —Abrió los ojos moviéndose para acomodarse de frente a mi, —¿Te molestó?

—No, me gusta —Admití recordando el motivo por el que me llamaba así, —Es solo que pensé que ya no lo escucharía viniendo de ti.

—¿De quién más querías escucharlo?

Quiéreme otra vez.Where stories live. Discover now