Segundo portal (parte 10)

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(La ciudad es algo así como la imagen pero como que todo más rojo y con armas anti dragones en la muralla)
Se escucharon tronar cañones y yo cerré los ojos con el temor de que volviese a ocurrir lo mismo que hace dos años y algo más, no quería eso. Dejaron de tronar los cañones y asustado mire la ciudad.
-¡¿que... ocurrió?!
Estaba algo confuso y desesperado, solo quería llorar pero algo me lo impedía.
-¿como pudo hacer eso?, sacrificarse ella y el dragón solo porque estuvimos un momento muy... muy cerca.
En eso de un leve segundo escucho los gemidos de dolor de aquel dragón lo que me levanto de a poco la esperanza, no sabía qué hacer en ese entonces, solo pensaba en intentar averiguar la manera de sacarlos de aquel lugar.
sentía algo de furia y rabia por lo que había sucedido, por lo que ella hizo, no debió haber reaccionado de esa manera, pero... el pasado ya es pasado, tengo que centrarme en el ahora.
Me escabullí y avance lo más rápidamente posible para llegar a la muralla ya que no habían muchas cosas para ocultarse, aunque, estas no parecían estar muy protegidas que digamos.
Al llegar, me doy cuenta de que era mucho más grande de lo que parecía, era inmensa, parecía impenetrable... hasta ahora.
Estuve varias horas rodeando la muralla hasta que encontré un ladrillo faltante en la pared, así que saque mi espada y comencé a sacar ladrillo por ladrillo hasta cruzar al otro lado. Al pasarla, había un callejón muy oscuro y algo tenebroso y volví a tapar el muro, pero solo con una capa de ladrillo para pasar desapercibido.
-¿qué es este lugar?
Sonó un eco bastante prolongado y comencé a escuchar pasos que venían hacia mi, así me que esconde y asomé ligeramente la cabeza, venía una luz bastante fuerte y al verla quedé pasmado.
-no... no me lo creo.
Susurré muy bajo pero al parecer lo escucho y dio media vuelta, Se acercó lentamente.
-quién está ahí, sal de una ves.
No sabía qué hacer, pensé que me atraparían.
-hey 213, ¿qué haces ahí?
-cre... creí haber escuchado algo 212, pero, creo que fue mi imaginación.
-pues, ven rápido o no podremos ver a los presos.
-¿qué crees que harán con ellos?
-no lo sé, tal ves a ella la dejaran como comida de dragones, o a su propia suerte en el desierto.
-¿pero ella no venia de ahí?, prácticamente sería como liberarla, no crees.
-no lo sé, pero quiero ver lo que haran con el dragon.
Se fueron caminando mientras yo aun estaba escondido, pero, mas aterrado que antes. No quero que le ocurra eso a Hikary y al dragon tampoco.
Las seguí manteniendo mi distancia y procurando que no me vieran.
Debo admitirlo, la ciudad era realmente genial, pero, ¿porque las Hekapoos les habrán quitado este lugar a sus habitantes?, ¿lo habrán hecho por mí?, me parece muy cruel.
Seguí cerca de ellas y se toparon con más y más. Yo ya no podía estar tan cerca como antes así que partí solo desde ese lugar aunque no supiera dónde estaba.
-pssss.
-¿quién anda ahí?
Lo dije susurrando ya que me pareció extraño pero se notaba que no quería dañarme.
-ven aquí abajo.
-un momento.
Lamentablemente no tenía nada más que confiar en la voz, aunque la escena me pareció divertida ya que pasó lo mismo cuando llegue a este mundo, Hikary me ocultó de los dragones.
-¿qué te sucede?, ¿por qué lloras?
-¿qué?, no estoy llorando.
Me llevo las manos a la cara y la siento algo húmeda, no me había dado cuenta, que vergonzoso.
-eso ya no importa, escuché que llegaron un dragón y una chica y queremos salvarla de estas mujeres extrañas.
Al parecer estas personas no sabían nada de ella (Hekapoo) lo cual me extraña un poco ya que esta eran partes de su dimensión.
-me parece perfecto, ¿ya tienen un plan?
-bueno, tenemos paaaaarte de un plan.
-qué porcentaje del plan tienen.
-mmmm, no se, 12%.
-¿12%?, apenas es un concepto.
-y tu, ¿acaso tienes algo para aportar?
-no, aunque recién llegue.
-con razón no me soñabas familiar, ¿de dónde eres?
-de otra dimensión, pero eso no importa ahora, lo que importa es rescatarla a ella y al dragón lo antes posible.
-¡¿al dragón?!, dime chico, ¡¿acaso estas loco?!
-no, no lo estoy, ese dragón es mi amigo y estibe con el ya hace un tiempo, un par de meses creo.
-qué hiciste para que no te quemara o comiera?
-lo salvé, pero ese no es el punto, necesito de su ayuda para sacar a mis amigos de aquí, pero antes de eso una última pregunta, ¿hace cuánto tiempo ellas los invadieron?
-ya no lo recuerdo bien, creo que poco más de año y medio pero recuerdo ese día como si hubiese sido ayer, ellas aparecieron de la nada, tomaron y guardaron todas las armas, y a la gente la encerraron en las mazmorras.
De a poco, al hombre le comenzaban a salir pequeñas lágrimas.
-lo lamento mucho.
-a mí me separaron de mi hija y mi esposa, cuando atacaron yo estaba trabajando en el subterráneo y mi mujer e hija estaban en las cosechas, ojalá estén bien.
-no te preocupes, estoy casi completamente seguro de que están bien, así que sugiero que te calmes y pensemos en el ahora, no sé si lo sabes pero el punto débil de ellas es la llamita que tienen en sus cabezas, solo las soplas y se desvanecen.
-no teníamos idea, en todo este tiempo, el número de la reviste vía a bajado por no saber cómo combatir contra ellas.
-okey, dicho esto avancemos, ¿por casualidad por donde se llega al centro de la ciudad?
-sígueme, por aquí.
-seguí a ese hombre cuyo nombre no sabía por unos túneles subterráneos.
-por cierto, ¿cuál es tu nombre?
-me llamo Rafael, Rafael Coriola.
-un gusto Rafael Coriola, yo soy Marco, Marco Días.
-no lo sé pero creo que he escuchado de ti en algún lado.
Ablandamos por unos minutos más y llegamos a un lugar bastante amplio con una escalera en una esquina y varias mesas.
-ahora mismo estamos debajo del centro de la ciudad y esa escalera te lleva a un edificio a un lado del centro donde puedes observar todo a tu alrededor.
-genial, muchas gracias y... espero que recupere a su familia.
Subí lo más rápido posible y salí en la copa de un edificio antiguo que tenía por lo menos 10 pisos, donde al parecer no era vigilado por nadie.
-¡¡KIAAAA!!
Mire hacia abajo y la vi a ella, al verla con mis propios ojos sentí que una carga se alivianaba, pero lo malo es que estaba encadenada y haciéndole preguntas al parecer y al lado de ella se encontraba el dragón, con un bozal en su mandíbula y cadenas en sus cuatro patas o dos ruedas, el tema es que no se podía mover por ningún motivo. Me sentía algo desesperado, no sabía qué hacer en aquel momento, me frustraba más y más a cada segundo hasta que vi humo a un costado de la muralla, ¿qué lo habrá provocado?, no lo sé, pero todas las clones se dirigía hacia allí dejando solos a los  prisioneros. No había forma de bajar del edificio ya que estaba en la copa, la escalera solo llegaba al subterráneo y los lados eran muy lizos como para deslizarse por ellos, me quedaba sin ideas pero a un lado de la construcción vi un gran fajo de heno, ya no tenía alternativa así que solo con la fe que tenía salte sin pensarlo dos veces.
Fin del capítulo.
Hola a todos, lamento la demora al subir el cap, solo que ahora, con el colegio a full se me hace algo difícil subir. Espero que les haya gustado, si es así dale a la Estrellita de la esquina inferior derecha.
Cambiando de tema, tengo otra historia que no sé si seguir y hacer una segunda parte o no, se llama "¿lo nuestro es algo común o... especial?" Es algo distinto ya que la hice hace un par de años solo que le cambie los personajes. Bueno, eso eso todo por ahora.
Sin nada más que decir.
Fer se va.

En aquellos 16 añosWhere stories live. Discover now