Para Jung HoSeok era una verdadera tortura despertar todos los días y darse cuenta que las pastillas no funcionaban. Odiaba tener que fingir una sonrisa y odiaba tener que fingir que su corazón no dolía.
—¿Algún día me presentarás a esa chica pálida de la que tanto hablas?
La voz de su madre lo había hecho reaccionar y salir de su mundo.
—Otro día será, voy tarde.
HoSeok salió de su hogar sintiendo la impotencia y culpabilidad de mentirle a su pobre madre. Su vista viajó al chico que iba delante de el, YoonGi.
—¡YoonGi hyung!
Corrió hasta el chico que había dejado de caminar.
—No tengo tiempo, HoSeok.
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HOPE | Sope
Μικρού ΜήκουςPorque ser homosexual aún es pecado en pleno siglo 21 y una enfermedad para Min YoonGi.