Secret. [SEVENTEEN]

13: El secreto de Hoshi: Parte 1

El día estaba nublado, tan nublado y gris que las probabilidades de que lloviera eran muy fuertes.
Un fuerte viento rondaba por las calles de Seúl pero ese no era inconveniente para que Soonyoung dejara lo que más le gusta hacer en el mundo: bailar.

Sus movimientos eran tan maravillosos que lograba que todos en la clase no quisieran cerrar los ojos ni para pestañear, Hoshi transmitía su fuerza y pasión en el baile, era admirado por todos, hasta por quienes tenían más años practicando, sin duda, su profesor estaba orgullosos de él, Soonyoung a veces reía al recordar cómo habían sido sus inicios en el baile, donde realmente quería bailar pero no le salía bien, por más que tratara, pero ahora después de tres años, le habían apodado “maquina de baile", él se sentía orgulloso de lo que había logrado por muchos años en secreto. Sí, secreto.

—Es todo por hoy, pueden irse a sus casas.

El profesor de baile se despidió al terminar la rutina, todos aplaudieron e hicieron una pequeña reverencia. Soonyoung tomó su pequeña toalla y se secó la cara, le dió unos cuantos sorbos a su botella de agua y fue directo al baño, al llegar se encontró con uno de sus amigos, quién aunque era más pequeño que él, poseía la misma pasión y amor por el baile.

—Hyung, ¿No cree que ya deba decirle a sus padres lo que hace por las tarde? El otro día casi lo descubren.

—Pero no me descubrieron, sabes lo que mis padres piensan sobre bailar, Chan, no puedo decirles, prefiero que piensen que soy tu tutor por las tardes.

—No sé qué haremos cuando sus padres se den cuenta, pero aún así lo seguiré ayudando, cuente con eso.

—Gracias por seguirme cubriendo, Channie.

Antes de salir de aquél gran edificio, se colocó el suéter y se tapó la cara, también prefirió ponerse un cubrebocas negro, que según él, lo hacía parecer todo un “idol”.

Caminó unas cuentas calles, atravesó varios callejones que sí su madre supiera, muriera en ese momento del susto.
Dió unos cuantos pasos más hasta adentrarse a un café, y pidió por para llevar, pagó y esperó a que se le fuesen entregados, ya hecho eso salió y caminó hasta el auto negro y subió por la parte de atrás.

—Hyungu, gracias por cubrirme, aquí está el café que le prometí. —El chico quién era un poco más grande que él, tomó el café y sonrió—.

—No es nada, tengo todo controlado con tu madre pero si nos llega a descubrir perderé mi empleo.

—No va a pasar, tranquilo, ahora lléveme a casa, por favor, estoy agotado.

Al llegar a casa, que más bien era una casa demasiado gigante para tan pocas personas, justo entraba y cerraba la puerta cuando fue sorprendido por una cachetada, se llevó la mano a la mejilla y con la mirada baja se preguntó: “¿Qué había hecho mal como para merecer tan fuerte golpe?” levantó la cabeza y se encontró con la furiosa mirada de su madre, quién ya tenía los brazos cruzados.

—¿Mamá? ¿Pero qué fue eso? Si se rompió algo estoy seguro de que yo no he sido.

—¿Hasta cuándo pensabas ocultarlo, Kwon SoonYoung?

Oh no, dijo el nombre completo.

—¿Pensabas que no nos daríamos cuenta? ¿Cuánto tiempo tienes engañándonos de esta manera? —Exclamo dramáticamente la mujer mayor, como si Soon hubiese hecho lo peor del mundo—.

—Eh.. ¿Qué cosa? No sé a qué se refiere, madre.

—Por un tiempo me creí que realmente le enseñabas a Chan por las tardes hasta que miré el lugar que ocupabas en la escuela, claramente un 250 de 300 no podría enseñarle a nadie, entonces comencé a investigar con tus amigos pero al parecer te quieren mucho porque no quisieron decirme nada, por lo que tuve que recurrir a medidas más altas y seguirte, sé tu secreto, sé que bailas cuando yo te lo prohibí desde hace tiempo.

La respiración de Soonyoung se comenzaba a poner algo pesada, había sido descubierto por su madre y de seguro su padre también ya lo hacía.

—Mamá... Lo siento pero sí, lo admito, por las tardes práctico baile, amo bailar, es lo que más amo hacer en el mundo.

—¿Cuántas veces te hemos dicho que no queremos que bailes? Queremos que estudies para doctor, debemos seguir con el negocio familiar.

—¿Por qué sólo piensan en ustedes y no en lo que yo quiero? —Unas lágrimas se asomaban por los pequeños ojos del chico—. No quiero estudiar medicina, lo mío es el baile, les guste o no les guste, ¿Y sabes? Gracias a ustedes bailo, gracias a ustedes encontré lo que más amo, el baile iluminó la apagada vida que llevaba porque ustedes jamás me hacían caso, jamás tenían tiempo para mí, por un tiempo quise refugiarme en la pintura, soy pésimo, hasta que intenté bailar, al principio era pésimo, un asco —Sonrió con melancolía al recordar sus inicios—. Pero mamá, ahora soy uno de los mejores de la clase, y eso es lo que quisiera hacer toda mi vida.

—Soonyoung, estás muy equivocado, ¿Cómo vas a vivir de eso? —La madre le preguntó, ignorando casi todo lo que su hijo le había dicho—. Estudiarás medicina cuando entres a la universidad, así que es mejor que te vayas olvidando del baile, voy a despedir al chófer, yo misma iré por ti a la escuela y te traeré a casa.

—¿Segura que renunciarás al trabajo para poder ir por mí, tratar de ser una madre normal y recuperar todos los años que me ignoraste? —Hoshi había olvidado por completo la formalidad con su madre, pero en ese momento no le importaba,el enojo le ganaba—.  No, ya es tarde, tu Soonyoung ya creció, no es más un pequeño al cual manipulabas e ignorabas cuando querías, siempre hice todo lo que me pedías: clases de violín, piano, natación, buenas notas, tennis, ya fue demasiado, jamás volverás a manipularme, mucho menos ahora siento que realmente comienzo a vivir, a ser yo, me iré de casa.

El secreto de Hoshi había sido descubierto por su madre, pero aún faltaba algo aún más oscuro...

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Holaaaa, ahora sí que no tengo perdón de Dios por tardar tanto pero es que viví un estrés muy grande que me dejó un pequeño trastorno por un tiempo, la ansiedad no se la deseo a nadie, pero ya, ya voy a regresar con mis fanfics, lo prometo, gracias a quienes hayan esperado.