1; -Nueva vida; Nuevo hogar.

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Todos tenemos un secreto.

La curiosidad podría matarte, herirte o por lo menos meterte en problemas.

Yo no sabía con quienes me estaba metiendo cuando llegué a ese lugar sin salida, sólo sé que cuando fui descubierto, me convertí en un cómplice más.

Todos tenemos un secreto, un oscuro y sucio secreto.

Un nuevo país, una nueva ciudad, un nuevo hogar, podrían ser el significado de muchas cosas, pero el único significado que tenía para mí era que podría iniciar una nueva vida, lejos de aquellos errores que cometí en el pasado y que me encargaría de no volver a cometer.
Soy Chwe Hansol, actualmente tengo 19 años y he venido desde Estados Unidos a iniciar de cero, ¿mi ubicación? Sólo diré: Corea del sur.

Si algo aprendí es que jamás debo revelarle mi ubicación a nadie, menos tratándose de ese lugar.

Bajé del taxi y miré aquella grande mansión con una "P" gigante en medio de esta, dejé ambas maletas en el piso para sacar mi celular del bolso de mi pantalón, busqué aquella foto que mi contacto me había enviado; la mansión se miraba aún más grande en persona.
Estaba decidido a tocar la puerta cuando esta parecía que se había abierto por sí sola, quizás la tecnología por esos lares era demasiado avanzada. Pero no había sido así, detrás de la puerta apareció un chico que de seguro es de mi edad o tiene unos años más que yo.

-¿Se te ofrece algo?

-Oh.. Hola -Hice una pequeña reverencia en forma de saludo, la cual no sé si debí de inclinarme más, ya que el chico me miró de manera extraña. Ya después aprenderé y lo haré como se debe- Soy Chwe Hansol.

-Oh, Chwe, soy Choi Seungcheol, la persona con la que te contactaste y el dueño de este lugar, pasa.

Y entonces hice lo que jamás debí hacer: tomé mis maletas y entré a esa mansión sin salida.

-Debes estar muy cansado de tu viaje, así que procederé a mostrarte la que será tu habitación.

Sólo asentí, él comenzó a caminar, yo lo seguí y aproveché para echar un vistazo; vaya que era un lugar demasiado grande.
Llegamos a un amplio pasillo con varias puertas, cada una tenía una placa con un nombre en esta, supongo que era para identificar la habitación de cada estudiante, y digo estudiante porque se supone que ese era el requisito para vivir ahí.

Seungcheol abrió una puerta sin placa, supongo que pronto le pondría mi nombre.

-Esta es tu habitación, el baño está al fondo, duerme unas horas, la cena es a las 8:00 p.m.

Asentí una vez y sin decir más se retiró, al cerrar la puerta me fui directo a la cama y me tiré en ella de espaldas. Solté un suspiro.
-Al fin, Hansol, al fin podrás ser una nueva persona y tener una vida interesante.

Sí, aún me arrepiento de haber deseado una vida interesante.

Tomé mi celular y después de poner una alarma para despertarme antes de las 8:00 p.m, lo dejé en la pequeña mesa de al lado y caí en un profundo sueño.

-¡¿PODRÍAS APAGAR ESA COSA DEL DEMONIO?!

Al escuchar ese grito abrí los ojos de golpe y pegué un pequeño brinco al mirar a un chico desconocido mirarme con muy mal humor mientras alzaba una guitarra que traía en las manos como si me quisiera golpear. Rápidamente apagué la alarma.

-Lo siento. -Me disculpé-.

-Hey, esa no es una buena manera de recibir a nuestro nuevo huésped. -Dijo un chico Moreno y notablemente muy alto, exagerando podría decir que le doblaba la estatura al gruñón de la guitarra- ¡Hola! Bienvenido a Pledis, soy Mingyu.

Secret. [SEVENTEEN]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum