Capítulo 3 Día de problemas

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🍁Capítulo 3 «Día de problemas»

Oscuro en partes, confuso, brillante por las luces esparcidas, máquinas extrañas en cada esquina y algo desordenado en su fila de expedientes. Esa era la descripción del lugar de trabajo de aquel científico que tenía ahora en sus manos, el cambio de Julio.

—¿Y todo esto? ¿Cuánto tiempo te tomó construir tantas cosas?– su mirada de impresión era muy evidente, las expresiones y gestos del rostro de Julio es su talón de Aquiles, por lo que mentir no es su punto fuerte.

—Fueron cinco años, luego de mi jubilación. Este proyecto lo tuve en mente desde que era muy joven.

—¿Hace cuanto siglos estamos hablando?–Esbozó una risilla.

—¿Estás tratando de insinuar que soy muy viejo?–Lo apuntó con un destornillador, para luego voltearse y continuar con sus asuntos.—Ya quisieras mi lucidez cuando tengas mi edad.–Se halagó a si mismo con total seguridad— Mírate tú, delgado y bajo, hoy en día las mujeres se fijan en los estereotipos del mundo, si mencionara cuántas personas hoy en día se fija en lo que la persona realmente es. Sería tan mínimo como contabilizar a políticos con valores y ética.

Aquella cruda descripción, hizo que Julio recuerde la razón de su tristeza.

—Carla se fijó en mi por lo que soy, compartimos mucho tiempo juntos. Y ella jamás me discriminó por mi apariencia.

—Tanto así que te dejó, no sé cual es mucho peor.

—¡Aún no sé sus razones!–Cruzó de brazos con un rostro embargado de tristeza. Muy en el fondo, él se aferraba a una fugaz esperanza.

Ante su silencio, el científico comenzó a hablar con más seriedad.

—Tal vez no la conociste lo suficiente. Las personas cambian con el tiempo y eso no te diste cuenta en la mujer que amabas.– Explicó alistando sus utensilios de trabajo. Su experiencia es amplia, lo suficiente para conocer los misterios de la vida y comprender la situación de Julio.

—Yo aún la amo, no pienso quedarme con rencor hacia ella, sin conocer las razones de sus acciones.–Estiró su mano hacia un jarrón costoso, cayendo este en el acto y rompiéndose en muchos pedazos. El anciano quedó estupefacto por el suceso.—Después de todo te darán una recompensa gracias a mi.–Se excusó Julio luego de su torpeza, por lo que el anciano científico tan solo expiró por su torpe acción.

—¿Y si te alejas de los objetos valiosos?

—Eso es muy discriminatorio, sabes.

—En serio, hazlo.

—Está bien. Fue mi culpa, disculpa–Retrocedió hacia una esquina vacía.—Ni que fueras a llevarlo a la tumba tus objetos valiosos –murmuró entredientes, subestimando la aún buena audición del anciano, que tan sólo ignoró haberlo escuchado.

Luego de una hora de pruebas y ensayos, por fin pudo terminar de dar los últimos toques a su equipo de trabajo, para descartar cualquier fallo o eventualidad que se presentase en el proceso.

—¿Estás preparado mentalmente?

—¿Quiere que le sea sincero?
No.

—¿En serio hombre? Te di casi una hora para que lo asimiles. ¿Oh, acaso ya te arrepentiste? Ya es casi medio día, si te fijas en el reloj.–Indicó moviendo su cabeza, hacia su reloj viejo que colgaba en su pared.

—¡No, claro que no!
Sólo quería saber, ¿el porqué hace este proyecto? ¿Con qué fin de investigación? Como voluntario y casi sujeto de experimento, debería saberlo.

Ahora soy Juli@  |Finalizado|Where stories live. Discover now