Amar y ser amado.
Se supone que debería ser así de fácil... Bueno, no es tan fácil cuando esa persona es 7 años más grande que tu.
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Esta historia fue escrita cuando no tenía demasiada experiencia en temas de escrituras y tal .. así que podría...
Caminaba sumido en sus pensamientos mientras los rayos de sol daban en su rostro, impidiendo que viera con total claridad. Estaba yendo al departamento de Sasuke, sin ningún propósito más que verle. Seguía nervioso por ello, no podía evitar sentirse de tal manera. Tras pasar 5 años, las personas cambian mucho , no solo físicamente, y eso es lo que a más temia. No obstante, Naruto seguía siendo un sinvergüenza y ello le impulsaba a seguir.
Al pasar por una veterinaria, quedó cautivado por un pequeño gatito azabache, ojos azules, no dudó en acercarsele.
Sonrió y al agarrarlo este pequeño felino Maullo mirándo fijamente los ojos ajenos, Naruto sonrió inconsciente.
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El gatito :'3
Tocó la puerta con nerviosismo, el felino se tambaleaba de un lado al otro al ser sostenido con una sola mano. Cuando la puerta se abrió, Naruto siquiera miró y a modo rap; de lo rápido que hablo. Le explicó la situación.
—Lo acabo de adoptar, y no sé nada sobre gatos, luego recordé que tú clan está fuertemente relacionado con ellos entonces dije, porque no, le preguntaré.
—Uhm... Disculpa, Sasuke está adentró, en este momento no podría... —Naruto pudo reconocer aquella voz al instante, al elevar la vista, se encontró con Sakura.
—¿Sakura?
La pelichicle le miró extrañada durante unos segundos, para luego sonreír amargamente
—Naruto, tanto tiempo. . . —se hizo a un lado para que pudiera pasar.
Al entrar se sonrprendio demasiado, todo había cambiado en el departamento, daba un sentimiento de tristeza,
—¿Q-que paso aquí? —susurro anonadado.
—Sasuke tuvo un colapso nervioso, lanzó todo y se encerró en su habitación. —murmuro.
Aquella escena reflejaba los sentimientos y pensamientos de Sasuke, un completo caos.
—Ire a verlo. —sin esperar un segundo se encaminó hacia la habitación de Sasuke, suponiendo cual era.
—¡Espera! No creo que te abra... —dijo en un intento de pararle.
Su misión era hablar con Sasuke ¿como sabría que no le abriría si no lo intentaba?
Sakura decidió que sería mejor llamar a Itachi. Después de todo, el era el único al cuál Sasuke dejaba entrar. Salió afuera del edificio teniendo una menos señal y de paso, esperar al azabache ahí afuera.
—¿Sasuke? ¿me puedes abrir? —mascullo
—Vete —se pudo escuchar una voz ronca salir desde el interior de él dormitorio.
—Tengo un regalo para ti, dejame entrar y dártelo por favor. —El silencio dominó nuevamente la sala durante un par de segundos, los cuales se hicieron eternos.
