Entre nosotros y el destino

Capítulo 9

Si las miradas matasen, ahora mismo Beck estaría enterrado en lo más profundo. La mirada de Brayden viaja hacia mi cintura donde tiene Beck puesta su mano, veo cómo frunce el ceño todavía más y aparta la mirada con rabia, pasando por nuestro lado agarrando un vaso de plástico y agarrando una botella de alcohol llenándose el vaso hasta arriba.

Le veo de espaldas, su gran espalda cubierta por la camiseta negra de manga corta donde sus brazos tatuados y algo más musculosos que la última vez, se mueven al hacer esos movimientos. Le observo unos segundos hasta que se da la vuelta y Beck se despide de Lander con quien había intercambiado algunas palabras, y nos damos la vuelta.

Miro de reojo hacia mi derecha y ahí están aún él y Lander mirándonos fijamente, trago en seco y me giro hacia delante.

—Oye.. Ese tal Brayden, es un poco raro, ¿no?

—¿En qué sentido?

—En el que quería matarme o mejor dicho, lo estaba haciendo con la mirada.
–dice en una carcajada.

Rio y asiento con la cabeza.

—Pasaron algunas cosas entre él y yo en el pasado, pero ya está olvidado.
–sonrío.

—¿Estuviste liada con él?
–pregunta sorprendido.

—Es mi ex –murmuro incómoda– Pero no quiero hablar de eso, mejor disfrutemos de la noche. ¿Te apetece bailar? No me apetece quedarme sentada.

Beck sonríe y alza una ceja asintiendo con la cabeza.

—Solo te aviso, que soy un excelente bailador.

Elevo una ceja y sonrío; —Eso habría que verlo.

Su mano agarra la mía y me estira hacia donde está el escenario, los grande altavoces y donde hay gente bailando al ritmo de la música.

Brayden

Me acerco hacia Lander quién está donde las bebidas junto a una chica rubia a la cuál no puedo ver su rostro. Doy los últimos pasos y pongo su mano sobre su hombro, gira su cabeza hacia mi dirección y en ese momento veo el rostro de la chica que hay detrás de él; es Alle. ¿Qué hacen juntos?

Frunzo el ceño.

Le observo lentamente de arriba a bajo, observando ese cuerpo que alguna vez fue mío.
Sostengo la mirada con la de ella un par de segundos, pero en seguida la aparta cuando un tipo aparece por medio acercándose a ella quedándose a su lado.

¿Quién cojones es ese tío?

—¡Alle! Otra vez volvemos a encontrarnos.

¿"Otra vez"?
Frunzo el ceño.

—Sí, hola de nuevo..
–dice sonriéndole.

El tio paliducho y de ojos grandes nos mira confundidos a Lander y a mi y mira hacia Alle.

—Ellos son unos... Conocidos. Él es Lander y él es Brayden. Y él es Beck, un amigo.

¿Conocidos?

Un conocido con el cuál has tenido un pasado, un conocido con el cuál has follado, con el cuál has tenido más cosas que sólamente ser "conocidos".

Frunzo el ceño y aprieto la mandíbula.
Estoy hasta los cojones, quiero romperle la cara a ese tio y tengo ganas de hacerlo ya mismo.

Lander le saluda con un apretón de manos y después se acerca hacia mi, su mano se estira en mi dirección pero me quedo quieto sin mover un solo músculo. Hago un movimiento con la cabeza en forma de saludo, sin ganas, sin hablar. Sólo quiero romperle las piernas, no quiero saludarle.