Capítulo 5

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Camino por la arena mientra que mis pies se mojan y mis pensamientos están encendidos.
Hoy he venido a correr por la mañana a la playa, apenas hay personas a las ocho de la mañana por aquí y el mar relaja bastante mientras te centras en trotar por la orilla. Tus pensamientos parecen apagarse y todo el mundo está en silencio, únicamente oyéndose las olas del mar.

Parece mentira, pero desde hace tiempo me apetecen planes sencillos sin la necesidad de salir hasta la tantas de la noche con gente a tu alrededor borracha y con ganas de pelea.
También debo decir que nunca he sido una loca por la noche e ir de fiesta, me gusta y me divierto, pero prefiero mil veces estar en casa un viernes por la noche viendo una película.

—¡Tommy ven aquí!
–grita un voz masculina a lo lejos.

Alzo la mirada mientras que frunzo el ceño para ver a la persona que ha gritado a todo pulmón sacándome de mis pensamientos, pero no veo a nadie. De repente, algo olfatea mi pierna y al bajar la mirada un perro blanco menea la cola y camina por mi lado.

—Hey pequeño, ¿qué haces aquí solito?
–murmuro agachándome para acariciarle el lomo y el perrito menea la cola nuevamente lamiéndome la mano.

Escucho pisadas al frente de mi.
Me reincorporo y miro hacia la persona que está enfrente mio y aparece un chico rubio de ojos azules como el mar quien llama al perro por su nombre: «Tommy» y le acaricia la cabeza cuando éste llega a su lado.

—Perdona si te ha molestado, le gusta saludar a las personas.
–dice sonriendo y mirando hacia Tommy.

Rio y niego con la cabeza.

—No te preocupes, no ha sido una molestia. Es muy simpático.
–digo sonriendo y mirando hacia Tommy quien como si me entendiera me mira y se acerca hacia mi y mi mano viaja hacia él para acariciarle de nuevo.

Sus ojos azules se clavan en mí y me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa tímidamente.

—Me llamo Beck, el es Tommy.
–dice algo nervioso.

—Alle, encantada.
–sonrío.

—¿Sueles venir aquí a correr?

—No normalmente, alguna vez vengo pero suelo hacerlo por el parque de mi calle. ¿Tú corres?

Él asiente con la cabeza.

—Sí, siempre vengo aquí para correr junto a Tommy. Me acompaña, él disfruta mucho la playa.

Sonrío y asiento con la cabeza mirando hacia Tommy de nuevo.

—¿Nos veremos otro día?
–pregunta mirándome a los ojos fijamente.

—Puede ser, aunque no vengo muy seguido.

—Entonces, esperaré hasta volver a verte.
–dice sonriendo.

¿Está ligando conmigo? Sí, esta ligando conmigo.

Siento mis mejillas teñirse de rojo y sonrío algo avergonzada asintiendo con la cabeza.

—Bueno, debemos seguir el camino éste enano y yo, esperamos verte otro día, Alle.
–sonríe.

—Será todo un gusto, Beck. Hasta luego.
–murmuro riendo y él se despide con otro "hasta luego" y sigue su camino dándome una última mirada.


¿Qué acaba de pasar? ¿Por qué tengo las mejillas sonrojadas y una estúpida sonrisa en la boca?

Niego con la cabeza y sigo mi camino hacia la arena y hacia fuera de la playa de camino al coche.

Entre nosotros y el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora