Las ventanas del alma

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*FLASHBACK*

-Hijo, puedo decirte algo muy importante.- mi madre me dijo mientras yo comía algunas donas. Simplemente asentí porque estaba atragantado.

-Las mujeres somos más sentimentales, espirituales y reales. Nadine es una chica de esas. Ella se nota que ha pasado por muchas cosas las cuáles la han hecho fuerte, independiente y un poco desconfiada. Pero ella contigo se ve relajada, tranquila e incluso confía mucho en ti. Tú y ella hacen una conexión inexplicable, pero sobretodo se puede ver el amor. Por eso te pido que la cuides y la ame. Porque creo en ustedes, creo que hay un futuro más allá del futuro y deseo que vayan tras ese futuro...juntos.

*FLASHBACK*

Recordaba esas palabras mientras me vestía para la cena de hoy con Verónica. Pensaba en cómo mi amada madre me predecía mi relación. Me arrepiento mil veces de no haber escuchado con más claridad esas palabras.

Mis pensamientos volaron cuándo mi teléfono sonó. Era un mensaje de Verónica.

*Verónica*
Buenas, ya estoy lista. ¿Me vendrás a recoger como acordamos?.

*Yo*
Ya casi término y sí, te iré a recoger como acordamos.

Creo que debo darme una oportunidad con Verónica y dejar en el pasado a Nadine. Sería lo mejor para los tres, pero sobretodo para mi.
Al terminar voy a mi 'garage' a buscar mi carro para ir a buscar a Verónica.

Seguí la dirección según el pin enviado. Bajé del carro para abrirle la puerta.

-Gracias caballero.- me dijo mientras acariciaba mi brazo para después entrar. Yo como siempre sonrojado peor que un tomate.

-De nada ma'am.- cerré la puerta y rodee el carro para así irnos. De camino para el restaurante hablamos de todo hasta ella estaba cantando. Fue muy animado la verdad.

Al llegar, pedimos una mesa. El lugar era totalmente bello. Rústico, un estilo muy italiano en realidad. Todo era perfecto a la verdad. Llegó el mesero pidió muestras ordenes y a lo que llegaban pedí una botella de vino para acompañar la noche y nuestra charla.

-Estoy muy animada para que Washington me escoja y trabajar en el mejor hospital del mundo, sería el honor y la meta más enorme que tendría.- dijo ella mientras tomaba un poco de vino. Yo simplemente la miré y no pude evitar pensar en Nadine.

-La realidad yo también lo estoy. Pues es algo que me he propuesto lograr y ahora ha llegado la oportunidad y no la voy a dejar pasar y menos sabiendo que solamente hay tres neurocirujanos compitiendo.- dije muy entusiasmado.

-Entonces nos iríamos tú y yo juntos si así fuera que nosotros fuésemos escogidos.- dijo muy segura. Algo no me gustó mucho es el 'tú y yo juntos'. Pero en parte tiene razón nos iríamos juntos, pero todo depende del ahora. Si es que llegamos a algo para decir un tú y yo tan marcado como ella lo dijo.

-Creo que sí, si nos esforzamos vamos a traspasar la frontera y estaremos allá.- tratando de desviar un poco la conversación tensa que se estaba formando ya.

-Bueno entiendo tu punto y tienes mucha razón doctor James.- dijo mientras guiñaba, me hizo sonreír ante su ocurrencia.- Si me disculpas, iré un momento al baño. No me tardo.- dijo para después levanatarse.

Me quedé sólo y literal estaba sudando, pues ella me pone muy nervioso. A lo que Verónica venía, empecé a mirar por los alrededores hasta que la vi.

Mujer de mis costillas, mujer de mi espíritu, mujer real, mujer de mi vida. Nadine estaba sola para ir a comer. Muy ocupada con su tableta mientras tomaba vino. Resplandeciente como siempre. Su color, su cascada de risos y sus hermosas ventanas del alma.

-Perdón por tardarme, es que la fila estaba un poco larga.- dijo justo ante que llegara el mesero con nuestras órdenes. Les dimo las gracias y el se retiró. Ella me estaba hablando, pero yo no la estaba escuchando. Solo miraba de reojo a Nadine, quien no se había percatado de nuestra presencia.

-¿Esa no es la doctora Homar?...deberíamos saludarla.- dijo y ahí es cuando cautivó mi atención otra vez.

-Ella se ve muy ocupada. Deberíamos dejarla trabajar. Además esta es nuestra cena.- dije para que no fuera allá. No quiero complicar cosas y menos ahora que intentar seguir mi vida.

La cena pasó tan rápido para mi que no ví cuando Nadine se fue del lugar. Al terminar nos fuimos del lugar y la llevé de nuevo a su casa. La única diferencia fue que ella me dio un beso en la comisura de mis labios y me sentí extraño a la verdad. Ya una vez la dejé en su casa llegué a la mía para descansar. El día ha sido largo.

*Nadine POV*

Después del hospital fui a este lugar tan bonito en el parque de comida italiana la cual sabía deliciosa. Simplemente necesitaba relajarme para proseguir con el trabajo. Tenía muchos doctores en mi lista simplemente los estaba separando por profesión hasta que llegué a ese nombre que en una vida pasada me hizo temblar y amarlo, pero también llorar y odiar. Si fuera por mi no lo escogería, pero soy una profesional y la verdad tenía muchas cualidades que no debían dejar pasar.

Al salir del lugar, el chófer me llevó al hotel donde me estaba hospedando. Al llegar a mi habitación tiré toda mis cosas en la mesa que estaba en medio de la sala. Para sacar mi teléfono y llamar por videocámara a mi madre.

-Hola mi amada; ¿Cómo te ha ido?.- mi madre tan hermosa.

-Hola ma'. Me ha ido muy bien y a ¿ustedes?.- dije mientras amarraba mi cabello.

Al ver que alguien se acercaba a la cámara y me miraba con esos ojos color verde y azul. Solo me hizo recordar a unos que yo conozco muy bien.

-Hola mami, mira se me cayó un diente.- dijo mi querida princesa mientras me enseñaba su dientito.

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BUENO MIS QUERIDOS NÓMADAS.
AQUÍ LES DEJO EL PRÓXIMO CAPÍTULO; ESPERO QUE LO DISFRUTEN MUCHO.

*se despide Nómada*

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