Capítulo 7: Revelando algo inesperado por primera vez

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El animal negro no solo se precipitó frente a ella, sino que también gruñó y se quedó parado con sus extremidades anteriores descansando directamente sobre sus hombros.

... la distancia no era muy lejos, por lo que Ye Jian podía ver sus dientes con claridad. Eran extremadamente agudos y ligeramente manchados con sangre roja.

A juzgar por el aliento de su respiración pesada a través de la nariz y la boca, sin duda fue un mastín tibetano negro.

"No te muevas".

"No te muevas".

Se escucharon algunos susurros desde atrás, lo que le indicó a Ye Jian que se calmara y que no gritara ni hiciera grandes movimientos.

... Ye Jian, cuya nariz podía oler el aroma penetrante y sangriento, hizo todo lo posible para relajar los hombros y ajustar gradualmente su respiración.

Un mastín podría luchar contra un tigre. Su mejor opción fue no hacer ningún movimiento.

Old Man Gen no tomó ninguna acción de inmediato, sino que aplaudió levemente tres veces. El pelo del animal se erizó inmediatamente, y el perro negro soltó un bajo suspiro cuando rápidamente apartó los colmillos. Ye Jian sintió como si estuviera a punto de morder su cuello en el siguiente segundo si no fuera por el Gen viejo.

Después de la reunión, que no duró más de unos pocos segundos, el perro negro soltó otro gruñido antes de alejarse de Ye Jian y ponerse al lado de Old Man Gen.

Sin un cambio de expresión, Ye Jian respiró suavemente de su boca antes de terminar lo que había querido decir con una sonrisa, "Abuelo, tengo algo de lo que deseo hablar contigo dentro de la casa".

¿Gente valiente? Habia muchos. Pero incluso ellos podrían no haber sido capaces de mantener la calma. Lo que era un mastín tibetano, los cuatro soldados sabían muy bien al respecto.

El que vivía al lado de Old Man Gen era un mastín tibetano de la primera generación de "Iron Generals". Eran temibles, efectivos en combate y receptivos ... ¡todos juntos para convertirlos en los mejores!

Un soldado promedio podría no mojarse los pantalones después del susto, pero sin duda tendría un peaje en su expresión.

Sin embargo, la pequeña señorita frente a ellos ... ¡podría regresar indiferentemente para terminar su frase! ¡Verdaderamente muy admirable!

Old Man Gen podría adivinar para qué estaba aquí. Mirando las miradas sorprendidas de los cuatro hombres mientras miraban a la señorita, Old Man Gen asintió y llevó a Ye Jian a una habitación donde incluso los muebles eran nuevos.

"Jian muchacha, esta casa siempre ha sido preparada para ti. Hogar, este es tu hogar. Cuando quiera regresar, siéntase libre de regresar ".

Estas fueron palabras simples, pero golpearon a Ye Jian en el lugar más débil de su corazón. Dando media vuelta, se inclinó profundamente, "Abuelo Gen, gracias".

Tal ceremonia fue bastante abrupta incluso para un anciano que había sobrevivido a una lluvia de balas en el campo de batalla.

Sus manos gruesas y ásperas sostuvieron a Ye Jian directo y firme, y habló con una voz profunda y poderosa: "Lass, el abuelo no merece esta ceremonia".

"Esta casa siempre te ha pertenecido. No soy más que un residente que cuidará este lugar hasta su regreso ".

La fuerza del anciano era grande, y Ye Jian no pudo realizar otra ceremonia. "¡Chicas, levántate derecho! Para que la gente sobreviva en este mundo, lo primero que debe hacer es mantener la espalda recta ".

"Abuelo Gen, gracias." Ye Jian miró a la persona cuyo cabello ya era blanco y le estaba dando su enseñanza para mantener en su corazón como si fuera alguien muy cercano a ella. "Ye Jian recordará las palabras de memoria".

El abuelo Gen no preguntó por qué había querido regresar de repente. Si él quisiera hacerlo, no la habría traído a esta habitación que él había mantenido muy bien.

Cuando el anciano y la muchacha salieron de la casa, los hombres que estaban comiendo sus fideos en el exterior ya se habían despedido. La mesa estaba despejada, y las sillas estaban ordenadamente dispuestas a los lados de la mesa, ... era como si nunca hubieran llegado.

El soldado militar femenino con terquedad inquebrantableWhere stories live. Discover now