— lo digo porque me importas— mencionó la azabache con el ceño fruncido. Le molestaba que él siempre fuera tan frío o responda mal.
— ¿te importo yo ó mi dinero?— preguntó con un tono irónico.
— ¡TÚ! — exclamó algo fastidiada.
El oji-verde suspiró, tenía que dejarle en claro que él no gustaba de ella, pero tampoco matando la ilusión que le había creado, o tal vez renunciaría. Una vez que ella dejara esto, la iban a matar. No solamente él perdería la vida de Marinette, también muchos negocios.
— Marinette, por favor deja de pensar que tendremos algo serio, lo único que nos une es este trabajo— dijo bajando la mirada.
— ¡¿le llamas "trabajo" a esto?!— gritó furiosa— esto no es más que una fábrica para destruir vidas— dijo molesta y refunfuñando.
— piensalo de esta manera, esta "fábrica para destruir vidas" es lo que nos da de comer— dijo mirándola fijamente. Aquella mirada que no se sabía exactamente que transmitia; odio, tristeza, dolor, agonía, molestia, todo era una mezcla de emociones, lo que causa algo indesifrable, pero curioso al mismo tiempo.
— ustedes son los culpables de que esta juventud sea tan dañada— dijo mirando al de tez blanca con algo de desprecio.
— ¿nosotros? Pero si la culpa no es solo nuestra— sonrió de medio lado— ellos saben perfectamente que están comprando— dijo casi riendo.
— Marinette, esto es un ciclo, consumidores y productores. El dinero de ellos sirve para generar más droga, y nuestra mercancia le sirve a ellos para olvidarse un momento de su triste realidad— explicó— y... No hables de "ustedes", que tú también estás metida en esto, así que dí: "nosotros"— sonrió y soltó una leve risa. Una risa tan sarcástica, que provocaba cierto temor.
La oji-azul bajó su cabeza mirando al suelo, sentía que estaba a punto de llorar. No podía negarlo, ahora ella era parte de ellos, ¿cómo todo cambió en un abrir y cerrar de ojos?
— Tal vez si yo no te hubiese seguido no estaría en esto— comenzó a decir...
— Tal vez si no hubiese aceptado ese contrato no sería parte de todo esto...—
— ¡Tal vez... si no me hubieses gustado no hubiera pasado nada de esto!- gritó y unas diminutas lágrimas comenzaron a bajar por sus rosadas mejillas.
Adrien al verla de esa manera tan deplorable no pudo evitar sentir algo de lastima, así que se acercó a ella. Tomo las sonrosadas mejillas de la azabache y dijo:
- Debiste pensar mejor las cosas. Ya es muy tarde, no te arrepientas de lo que hiciste, Ma-ri-ne-tte -dijo algo burlón.
- ¿eh?- músito confusa.
- ¿Qué? ¿Esperabas que te mimara y te dijera: "tranquila, las cosas mejoraran" y te abrazaría?- mencionó con una sonrisa algo macabra- ¡Já! ¡Por favor, no me hagas reír! ¿Sabes que pienso? Que esa es una de las peores ilusiones que le puedes hacer a alguien- dijo serio.
- ¿te gusta lastimarme, verdad? - dijo algo enfadada.
- ¿te gusta provocarme, cierto? - dijo en el mismo tono el rubio.
Él suspiró. Estaba harto de esta conversación, Marinette era bastante manipulable así que no había mucho problema.
- bueno, creo que esta charla se acabó- comentó y apagó su cigarro. Él se fue así sin más, dejando un corazón algo roto a sus espaldas, ella estaba desconcertada, ¿qué había pasado con ese dulce, tierno y caballeroso chico? ¿Qué lo convirtió en esto?
Marinette sentía su corazón algo lastimado, pero trató de no darle mucha importancia, si tan solo ella pudiera devolverle la magnifica y honesta sonrisa de Adrien... Pero no, eso no es posible, él se veía algo lastimado también aunque costase mucho notarlo.
- Adrien, espero algún día tener el coraje de decirte: "TE AMO"-
Hola ¡nuevo cap! Me parace que va avanzando bien la historia la verdad no sé :v. Si les gusto el cap regalenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)
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"You Are Not What I Thought"-Miraculous-AU-
FanfictionNuestros queridos personajes crecieron, y junto con ellos, sus mentalidades. Adrien Agreste y Marinette Dupain-Cheng, trabajando en el mismo lugar, pero ¿cómo es que Adrien puede seguir manteniendo su mansión con solo trabajar en una oficina?, puede...