Creo que no es necesario explicar qué fue lo que pasó, sólo el simple hecho de que logramos acabar con Shin Uchiha, dando Sarada el último golpe, el cual nos sorprendió a todos en realidad.
Luego de ello, Sakura, Sarada y tú se retiraron un poco para hablar a "solas". ¡Yo también estaba involucrada en todo! O al menos eso quería creer. Sarada no era la única con dudas, pero al ser ella la más pequeña, supuse que requería más atención, así que junto con Naruto, decidí esperar.
— Naruto, te noto demasiado ansioso, basta, me pones nerviosa —Hablé por lo alto, mirando al dichoso rubio, quien no dejaba de canturrear un sinfín de palabras que no lograba entender.
— ¡Lo siento'ttebayo! —se disculpó, deteniéndose de inmediato—. Sólo estoy esperando a que Sasuke regrese.
— Maldita vieja chismosa —Maldije por lo bajo, rodeando los ojos y soltando una carcajada.
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