Capítulo 7

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Hola a todos. Decidí hacerle un octavo capítulo, que planeó subir mañana. El Epilogo luego.

Gracias por el apoyo. ¡Disfruten!

K. 

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- ¿Marrisa? ¿Marissa, dónde estás? - Susurró O'Malley.

Estaba ahí parada a un lado, estiré mi mano para alcanzarlo, pero lo traspase.

Era como un fantasma. ¿Qué me pasaba?

Abrí los ojos ante la fuerte lluvia que comenzaba a golpear, los vientos podían oirse entre los pasillos del barco, el golpeteo de las velas en el exterior. El barco comenzaba a bambolearse y crujir las maderas.

- ¿Marissa? - O'Malley salió de la habitación, revisando las otras.

Su pánico se veía más latente. trataba de seguirlo pero se borroneaba apareciendo en otros lugares.

- ¡¡Holland!! - Gritó teniendolo cerca. - ¡¿Has visto a Marissa?!. - Holland era mucho más joven, era muy guapo para la edad que comenzaba a aparentar.

- No señor, recién la dejé descansando en su habitación. - Salió tras el comenzando a buscar.

O'Malley quedó paralizado mirando hacía la salida de las escaleras, resoplando. Parecía dudar, luego se borró y se escuchaba su voz en la superficie. El sonido de la tormenta era cada vez peor, podía creer tener la piel de gallina en ese momento.

- ¡¿Marissa?! ¡¡Marissa, baja de ahí!!.

Corrí escaleras arriba, buscando como podía entre los bamboleos del barco y la tormenta fiera que bañaba de blanco el lugar entre el frio y las gotas gruesas de lluvia. Los relampagos alumbraban cada tanto el cielo bravío.

El corazón se me paralizó al ver la escena.

Marrisa, la mujer de mis sueños estaba en el borde del barco. Mirando hacía afuera sujetandose de uno de los cables que a duras penas mantenía firme la vela. Estaba empapada, pero aún así podía verse su hermoso cabello largo y su tez pálida, aún más por el frio.

- Marrisa....Marissa, por favor. ¿Qué estás haciendo? - Ella no giraba siquiera a verlo. Sólo miraba afuera. - Marrisa, mi amor. - El corazón me dió una punzada al escucharle. Y al ver su temor por ella. LLevaba las manos en alto, caminando lentamente hacía ella. - Tú no quieres hacer esto... Lo sé... miráme...

Ella temblaba.

- Basta...¡No te acerques Ethan! - Arrugué el ceño.

¿Ethan? ¿El, no se llamaba O'Malley? Pensaba era su nombre.

- ¡Marissa! Mirame, no quieres hacerlo porque sábes que te arrepentirás... no lo quieres, lo sabes, nos puedes hacer esto. Tú lo sábes...

Me acerqué más, mientras el intentaba distraerla.

Ella sólo lloraba mientras el hablaba.

De improviso, la tomó de los pies haciendo cayera en sus brazos. Mi corazón, que para entonces estaba desgastado de tanto estira y arruga, se heló con la imagen de O'Malley cargando a aquella mujer, mirando a lo lejos aterrado, paralizado con ella entre los brazos y el borde, como recobrando el aire.

Creía no podía dolerme más, hasta que divisé su perfil, apenas abultado.

LLevé una mano a mi boca, tratando de contener los sentimientos mezclados.

Saga Delucios: La Leyenda de O'MalleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora