"Domingo siete"

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"Ya saliste con un domingo siete". Es muy normal escuchar a los uruguayos decir este dicho. Se lo usa para referirse a algún "dato" fuera de lugar en una conversación. Pero, hasta estas palabras tienen su origen en una leyenda, sí aunque ustedes no lo crean. Así es.

Se cuenta que surge a partir de...:

La existencia de dos hombres, los cuales, eran muy amigos. Uno era rico y se llamaba, según se cuenta: Cosme. Mientras que el otro, llamado Beto, era tan pobre que a veces tenía que, aún con mucha vergüenza, acudir a la ayuda económica de su compadre. Pero Cosme era demasiado avaro y siempre le ponía miles de "peros" para prestarle dinero.    

Según esta leyenda, todo comenzó, un día que "el pobre", salió a buscar trabajo, ya que sus deudas y necesidades eran muchas y el dinero para cubrirlas, poco.  Así que salió con un pensamiento esperanzador y distinto al de siempre, y decidido a lograr su cometido. Conseguir trabajo. Se puso en marcha a la vez, que decidido pensó: "Puede que hoy me cambie la suerte".  

Anduvo caminando tantas horas que el ocaso lo alcanzó. Ya estaba perdiendo, el pobre, sus esperanzas, cuando de pronto a lo lejos alcanzó a ver un rancho. Al llegar comprobó que estaba abandonado por lo que decidió pasar allí la noche. De pronto sintió que venía gente. El susto lo hizo pegar un salto y se escondió en un tirante del techo. Desde ese lugar vio que se trataba de unos paisanos a los que él nunca había visto. Allí en su escondite los escuchó entrar a la casa, los observó que estos prendieron un fueguito y entre vino y vino empezaron a cantar: "Lunes y martes, y miércoles tres, jueves y viernes, y sábado seis..." Los hombre se iban animando cada vez más, tanto que comenzaron a bailar; siempre al ritmo de la misma cancioncilla.

El pobre Beto se estaba divirtiendo de lo lindo pero, con el pasar de las horas y siempre escuchando la misma canción, terminó por aburrirse. Así que cuando los cantores llegaron otra vez a la parte: "sábado seis", él, con intención de colaborar les gritó: "A las cuatro semanas se ajusta el mes....!".

 Los hombres dejaron de cantar; miraron el lugar desde donde salió la voz y le dijeron: "Baje, amigo, ¿que hace allí?". "Los oí llegar y me asusté", les contestó.  "No se preocupe hombre, le estamos muy agradecido ya que nos ayudó a alargar un poco nuestra canción". Según la historia, en recompensa, por su ayuda estos hombres extraños y desconocidos le obsequiaron una gran cantidad de oro. Al llegar a su casa super  contento, Beto le pidió a su mujer que fuera hasta lo de su amigo Cosme para que le prestara una balanza. Para poder pesar el oro que le habían regalado.  Su amigo, curioso por el pedido, untó uno de los platos de la balanza con grasa. Para que quedara pegado lo que Beto fuera a pesar. Cuando su compadre le devolvió el aparato, notó que en la grasa había rastro de polvo de oro y fue inmediatamente a lo de Beto y le preguntó: ¿"Dónde has conseguido oro?. Por lo que el bonachón de Beto pasó a contarle toda la historia completa. El avaro hombre, planeó hacer lo mismo que su amigo. Pensando que si hacía lo mismo ampliaría su fortuna; y así lo hizo.  

Cuando llegó al mismo rancho, se trepó en la misma viga. Al llegar los gauchos cantores estos repitieron el mismo ritual: prendieron el fuego, destaparon y bebieron de los vinitos mientras cantaban la misma canción. Pero a diferencia de su amigo, al escuchar la continua repetición del canto, este empezó a impacientarse. Por lo que en el momento que llegaron a la parte de "sábado seis", de forma molesta y desagradable, les pegó un grito ya fasidiado: "¡Falta domingo siete!" . Los paisanos enfurecidos por su actitud e intromisión  bajaron a Cosme de la viga y le dieron una tremenda paliza, éste logro zafar y salió como alma que lleva el diablo. 



Esta historia es contada desde siempre. 

Como un "secreto a gritos". Así que en el momento que alguien comenta algo inoportuno se exclama: "¡ya salió con un Domingo Siete!".   

¿Piensas que esta leyenda gauchesca no es más que una historia moralista de su época?

¿Es que nuestros buenos actos son realmente recompensados?

















Leyendas urbanas... En Uruguay también existen (COMPLETA)Where stories live. Discover now