La boda

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Futuro.

Dylan le da un trago más a su bebida, luego baja el vaso a la mesa y de nuevo sus ojos se centran en la mujer de blanco en la pista de baile.

Era una hermosa castaña con grandes ojos marrones, y sonrisa contagiosa, portaba un muy bonito vestido blanco con encaje en su escote y un cinturón de brillantes diamantes para luego dejar caer una falda larga y esponjosa, su peinado era bastante elegante pero estaba algo desordenado por todo el baile y movimiento de la noche que ha tenido la mujer. Era Shelley O'Brien. Su esposa.

Él no puede evitar sonreír ante aquel pensamiento, para muchos era increíble que su relación con Shelley, la cual había empezado por un corazón roto por una persona bastante importante para ambos, había llegado a ser tan fuerte y poderoso como para llegar a este momento.

Una boda.

Su boda.

Habían estado saliendo por 6 años, en los cuales su carrera se había vuelto bastante exitosa por parte de ambos, por eso mismo hubo muchos momentos en los que casi terminaban, pero de alguna u otra forma siempre lograban mantener juntos, porque su amor era mucho más fuerte que cualquier otra cosa, y él estaba tan seguro de querer pasar toda su vida al lado de aquella hermosa castaña que le pidió dar el siguiente paso en su relación, ella acepto enseguida y ese fue el día más feliz para Dylan O'Brien.

Hoy empezaban aquella nueva etapa en sus vidas.

Shelley, quien había estado bailando con sus dos mejores amigas, Britt y Phoebe (Quienes de hecho también habían sido sus damas de honor), se acercó a él con una sonrisa.

— ¿No piensas bailar con tu esposa? — Pregunta ella cuando ya estaba justo enfrente, pone sus manos sobre su cintura, dándole una mirada divertida a Dylan.

Él ríe antes de agarrar la mano de su ahora esposa, aquella mano que ahora portaba la alianza que los unía en las buenas y en las malas.

— Yo en realidad disfruto más verte. — Dice con sinceridad, Shelley era bastante talentosa a la hora de bailar, pero también cada movimiento y cada paso de ella era bastante atrayente, Dylan amaba que Shelley bailara y amaba verla.

Shelley le obliga a ponerse en pie, y lo arrastra hasta la pista de baile, en ese entonces empieza una nueva canción, que para placer de ambos era una lenta, por lo que podían estar bastantes juntos y solo disfrutar del calor del otro, moviéndose en perfecto compas y viéndose a los ojos diciéndose mucho más que las palabras pudieran explicar.

— Creo que me encantas un poco más cada día. — Dice mirando a su esposa con alegría. — Te amo. —

Shelley sonríe. — Yo también te amo. — Le da un beso antes de alejarse y decir; — Y creo que te amare por mucho, mucho tiempo. —

Y hay estaba de nuevo, el obvio hecho de que es ella, siempre fue ella, la mujer que siempre amara, la mujer que siempre necesitara.

Es ella el amor de su vida.

N/A Si, lo sé, me he pasado con lo cursi en este final but yo escribí esto como regalo de cumpleaños de Hope años atrás, and esta chica que no cree en el amor (Yeah, al igual que yo, lol) le gusta leer sobre eso and sus libros favoritos son de romance absurdamente azucarados (Sorry Hope but sabemos is la verdad).

¡Espero que os haya gustado el final!

Es ella | [Dabbles O'Hennig]Where stories live. Discover now