¿Estás dispuesto a todo?

Comenzar desde el principio
                                    

— ¿Se nota mucho? —Reí intentando que mi amargura pasara desapercibida, ya que no quería quedar en evidencia. Pensé que iba a tomárselo de broma, pero su rostro demostró que hablaba en serio.

     No estaba a acostumbrado a entablar conversaciones con los taxistas, no era tan abierto ante mi vida y menos con mis sentimientos. Además era alguien que no conocía de nada.

— Eres Hallen Light —Entrecerré los ojos. No sabía si me lo estaba preguntando o lo estaba confirmando—. ¿No es así?

     Me quedé callado por unos instantes.

— ¿Cómo sabes eso?

     Giró su cabeza desde el asiento delantero y me miró directo al rostro. Era un tío de apariencia elegante y de facciones angulosas, pocos creerían que alguien de ese aspecto terminaría siendo un taxista. Y no es que discrimine la labor de los conductores, porque es algo muy digno, pero a él no se lo podía tomar como tal.

— Vaya —Suspiró aliviado—, por un momento pensé que me había equivocado. Hubiera sido una gran metida de pata.

—Lo siento —Cada vez estaba mas confundido—, no lo pillo. ¿Te conozco?

     Negó con la cabeza.

—Bah, eso sería imposible. No me conoces, de hecho esta es la primera vez que nos miramos.

— ¿Entonces...? —Bajé la voz, preguntándome si lo que estaba por decir iba a sonar tan estúpido como creía—, ¿eres un extorsionista, terrorista o algo por el estilo?

     Carcajeó por lo bajo.

— ¿Me creerías si te digo que sí?

     Se arrancó de un tirón el bigote postizo que llevaba.

— Ya no sé qué pensar.    

— No soy nada de lo que parece.

     Aflojó su corbata y se quitó la peluca rubia para, acto seguido, lanzarla en el piso del taxi.

     Me preocupaba el hecho de que alguien desconocido viniera y supiera mi nombre completo. Tal vez no era para tanto pero ¿quién no se sentiría por lo menos levemente alterado ante alguien disfrazado como si fuese un ladrón listo para realizar su “Azaña”? Lo único que faltaba era que supiera mi número de móvil.

—Mi nombre es Nathan.

     Esperaba que nada más de su apariencia fuera falso.

—Soy amigo de Jack y de William. Seguro les conoces.

     Sentí una punzada en el corazón.

—Bueno, sí, sí. Les conozco a ambos. ¿A qué viene eso?

     Se encogió de hombros.

— ¿Qué no está claro? —Musitó con una sonrisa—, vengo a rescatarte.

     Temí haber escuchado mal, pero estaba seguro de lo que había oído. Sentí como un escalofrío recorría mi espina dorsal.

— ¿Qué vienes a qué?

— A rescatart...

—Sí, te he escuchado —Lo corté—, pero esto... es tan inesperado. ¿Quién te mandó? ¿William te lo ha pedido?

—No, nadie me ha pedido algo.

— Vale, no entiendo nada.

     Se pasó una mano por la cabeza, tocando sus cabellos cobrizos.

— Mira, no sé si lo que estoy haciendo está bien o mal. Si es prudente o una completa locura. De hecho, se supone que debería estar trabajando justo ahora en lugar de estar metido en asuntos que no me corresponden. Pero no me estaba tranquilo, tenía que hacer algo después de lo que vi hace poco. Por eso estoy aquí, manejando un taxi que ni siquiera es mío para librar tu pellejo. 

     Abrí la boca, pensé en algo que decir, tenía muchas preguntas golpeando mi cabeza. Cerré la boca para organizar mis ideas y, de nuevo, la volví a abrir.

— Espera un minuto. Has dicho que viste algo hace poco ¿Qué sucedió?

     Abrió los ojos, como si acabase de notar que se le había escapado lo que no quería decir.

— Nada malo, te lo puedo asegurar.

     No me lo creí.

— ¿Will está bien?

     Dudó al contestar.

—Eso creo.

— ¿Crees? —Repetí, sorprendido de mi propio tono de voz.

— Tomó medicamentos de más, pensamos que quería suicidarse, pero por lo que Jack me contó lo único que quería era dormir. Probablemente, para olvidar algo.

— No, esto es malo. ¿Cuál es su estado?

— Escucha Hallen, no hay mucho tiempo, prometo esclarecer todas tus dudas pero tenemos que partir. Tus padres no van a tardar mucho más, de hecho creo que vendrán en pocos segundos y para ese entonces no podremos hacer nada.

     La cabeza me daba vueltas. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? No sabía qué hacer, me aterraba el resultado. La decisión no era un simple “sí” o un definitivo “no”, el asunto era algo complejo. ¿Qué debía hacer? Lo pensaba una y otra vez, revolviendo las respuestas. ¿Si me quedaba sería feliz? Lo único seguro de eso era que mis padres jamás me dirigirían la palabra de nuevo. ¿Si me marchaba viviría arrepentido de por vida? Las consecuencias de eso último también me aterraban.  

— Hallen, tus padres se acercan.

     La frustración y el nerviosismo me impedían concentrarme. Lo único que tenía en mente era: “Huye rápido, vete lejos” “Quédate” “obedece a tus padres” “amor” “destino” “dolor” “felicidad” “todo” “nada” “ambas”...

— Están demasiado cerca —Insistió Nathan—. Elige, ahora.

     Arrancó el motor del coche.

— Yo... 

NOTA DE LA AUTORA: solamente, espero que les haya gustado. Muchísimas gracias por pasar a leer. Hasta el próximo capítulo :)

- (?) Preguntas - http://ask.fm/Thunderandlightt

- Facebook- http://on.fb.me/18dALBy

¡No me voy a enamorar! (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora