Gilmore Girls

C1: El encuentro

RORY

- El valor de x corresponde a 1.0976. - Respondí con rapidez la ecuación de tercer grado que se hayaba en el pizarrón, la señorita Gómez sonrió satisfecha al escuchar el resultado correcto, por el contrario, la mayor parte de mis compañeros me miraban con fastidio, en una muestra clara de que les molestaba que supiera la mayoría de los ejercicios que nos ponían a resolver, a quien engaño, me sabía absolutamente todo, soy una cerebrito.

- Correcto, señorita Gilmore, es satisfactorio saber que no todos los adolescentes viven en la ignorancia y el desconocimiento. - Siempre me halagaba que los maestros presumieran y alardearan sobre los múltiples conceptos e información que podía almacenar en mi cerebro, en la parte encargada de retener la información, pero resultaba molesto que al hacerlo hicieran sentir mal al resto de los alumnos, no es el modo ni la manera correcta, antes de todo, la humildad y el reservamiento es lo esencial.

Una tímida sonrisa apareció en mi rostro e inmediatamente realicé anotaciones de reglas claves que me servirían para ayudar y explicar con mayor facilidad al alumno que me habían asignado en dirección, le daría tutorías a alguien que verdaderamente las necesitaba. De solo pensar que esa misma tarde le sería de gran ayuda a una persona provocó que mi sonrisa creciera más.
Alrededor de unos cinco minutos después, el timbre indicador del final de las clases sonó y todos se levantaron con energía y salieron precipitados del aula, me tomé un tiempo en guardar todos mis cuadernos delicadamente para que no se arrugasen y guardé cada una de mis plumas de colores en la bolsa delantera de mi mochila, amaba que mis anotaciones fueran coloridas y alegres, iban muy bien con mi personalidad.

- Espero que haya considerado asistir al concurso de Historia Universal. - La maestra Gómez me había informado de dicho concurso hace exactamente una semana y aún no le había dado una respuesta.

- Lo he hecho, muchas gracias por hacerme la invitación. - Le sonreí amablemente y me marché del aula, no sin antes darle un último vistazo, al final de cada día escolar disfrutaba admirar la soledad que transmitía el aula vacía.

《▪》

Visualicé a mi mejor amiga Lane al otro lado del pasillo, era la única amiga que tenía en la preparatoria de Stars Hollow, a pesar de que todos nos conocíamos, nunca había logrado simpatizar con alguien, solo con mi amiga poseedora de rasgos coreanos, ella había nacido en Corea del Sur, pero por asuntos familiares se mudó a Connecticut, no nos hemos separado desde el preescolar.

Me pongo en marcha para llegar a su lado y empezar a debatir acerca de los discos que sus bandas favoritas han sacado en los últimos diez años, es una apasionada por la música, más especificamente por el Rock and roll.

Es ahí cuando recuerdo que tengo que ir a la cafetería para reunirme con el chico al que le daré tutorías, hago unas señas a Lane para que nos veamos más tarde, ella entiende de inmediato y se despide con la mano, encaminándose a la salida.

Doy un giro y empiezo a andar pero choco con alguien, el choque provoca que los libros que llevaba en mis manos se caigan y queden regados por el suelo, maldigo por lo bajo, la persona a mi lado también lo hace, es ahí cuando ambos levantamos la cabeza, conectando miradas.

- Hola, soy Dean.

Me quedo petrificada, el chico es realmente lindo, no me doy cuenta de que me quedo viéndolo demasiado tiempo hasta que puedo notar que lo he incomodado.

- Oh, yo soy Rory. - Ambos sonreímos amablemente para posteriormente disculparnos por haber causado tal accidente, Dean se despide cortesmente y sale de la escuela.

Me quedo unos segundos recargada en un locker, con el recuerdo de su linda sonrisa presente en mi cabeza y al parecer en mi corazón.
Salgo de mi trance de petrificación y recuerdo a dónde tenía que ir, me dirigo a la cafetería pero esta se encuentra vacía, supongo que Cyrus -así se llama el chico al que le daré tutorías- se ha ido, mejor para mí, así llego temprano a casa y paso más tiempo con mi madre.