🌸Capitulo 57-Especial 300 seguidores 3/3🌸

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Pv's Castiel

No tardamos mucho en llegar al Hospital aunque claro, yo me fuí junto con Sucrette en la ambulancia pero los demás no tardaron mucho en llegar. No sabía lo que había pasado, estábamos tan bien hasta que de un momento a otro ella perdió la conciencia, cosa que hizo que me aterrara.

Los paramédicos llevaron de inmediato a Sucrette a una habitación para chequearla, aunque no me dejaron entrar, ¡Maldita sea! Si no fuera por Lysandro que intervino, los hubiera golpeado.

-Castiel, debes tranquilizarte. -Me dijo en lo que me jalaba del brazo para luego sentarme en una de las sillas que estaban afuera de la sala en donde estaba mi prometida. - Ella estará bien, quizá solo se le subió el azúcar por la emoción.

-Lys tiene razón. -Le dió la razón Rosalya mientras se sentaba a mi lado y posaba una mano sobre mi hombro para darme ánimos. - Sucrette es una mujer fuerte, no te dejees llevar por un desmayo.

Yo no quise decir nada, simplemente guardé silencio. La verdad es que no tenía ganas de contradecir a nadie, todas mis energías era consumida por el miedo del cual podría ser la razón del desmayo.

Pasó una hora y aún no habían notícias, lo único que había sucedido era que una enfermera había salido de la habitación para pedir los datos de ella y luego se fue, ¿Cuando nos darán alguna notícia de cómo está? Ya me estoy desesperando.

Escuché unos pasos acercándose y alcé mi vista para encontrarme que nadie había salido de la sala, por lo que supuse que alguien se había levantado para ir a buscar algo. Pero al ver en dirección a donde se encontraba el ascensor, vi una persona que no creí volver a ver o no tan pronto. Esa persona no se percató de mi presencia por estar centrado en el papel que tenía en su mano, posiblemente mirando alguna dirección de una habitación.

Cuando él levantó su mirada, abrió sus ojos a más no poder y se detuvo, aunque su mirada se endureció a los segundos después. Se acercó a mi, llamando la atención de todos los presentes y me jaló de la playera, levantándome de la silla. En cambio yo lo único que hice fue mirarlo con confusión pero a la vez enfadado por lo que había hecho.

-¿¡Qué le hiciste a Sucrette!? -Me espetó en el rostro aunque antes de responder, lo empujé, provocando que él retrocediera unos pasos y me soltara. - ¡Responde!

-¿Qué mierda haces acá, Evan? -Cuestioné, evitando su pregunta. No había modo que él supiera sobre éste incidente.

-Sucrette está bajo mi seguro médico y en su ficha está mi número, el número de su novio. -Explicó con una sonrisa de superioridad mientras alzaba una de sus cejas. Yo apreté mis dientes, todos los presentes nos miraban sorprendidos a excepción de Lysandro, porque seguramente él estaba más atento en que yo no me abalanzara a propinarle un golpe que bien merecido se lo tendría.

-Pues que amable por querer venir, pero ustedes ya no son nada. -Escuché decir a Rosa por mí. - Así que ya puedes retirarte.

-Aún no es tarde para remediar lo que tengo con ella. -Él se peinó sus cabellos hacia atrás y volvió a mirarme. - Nosotros estabamos bien hasta que llegaste. ¿No lo ves? Han sido cinco años felices, pero llegas tú y ella vuelve a caer en un hospital, ¿No ves lo que causas? Solo le haces daño. -Aquellas palabras me dejaron pensativo. No podía negar que eso era mentira, aún cuando su misma chica le había dicho que no había sido completamente feliz con aquel Militar.

-No le escuches, Castiel. -Escuché a Lysandro hablarme. - Sabes bien que no es así.

-Estás acumulando puntos, chico bonito. -Dije, tratando de tener lo que más podría de autocontrol.- Estuve en la cárcel en el pasado, no tengo miedo de volver.

-Mira que miedo ten... -No logró terminar la frase, dado que una enfermera salió y se dirigió a Evan.

-¿Es usted la pareja de la Srta. Sucrette? -Preguntó interrogante y Evan me miró de reojo, formando en una burlona sonrisa en su rostro.

-Sí. -Afirmó. No quería hacer pleito, por lo que callé

-Felicidades. - Mi corazón quedó en la palma de mi mano al escuchar aquello. No entendía, ¿Felicidades? - La Srta está esperando un bebé.

Empalidecí.

Evan estaba con un rostro el cual no podía creer, tenía sus ojos totalmente abiertos y era al parecer se estaba preguntando lo mísmo que yo.

¿De quién es?

Sucrette tendría un bebé, ¡Tendrá un bebé! Maldita sea... No es que no esté feliz, lo estaría completamente si tuviera seguro que el bebé es mío, pero estaba dudando. Quién no lo haría.

-¿Cuánto tiene? -Se apresuró en preguntar él.

-Una semana y media. -Contestó con normalidad. Era realmente poco tiempo y es el mismo tiempo que yo llevo acá.

-¿Puedo verla? -Hablé por fin. -Evan me miró por un segundo, pero aún tenía ese mismo rostro de horror en su cara. No me lo negó, simplemente se fue a sentar a una silla con su cabeza gacha y sus manos en la misma. Si que le dió duro la noticia.

-Claro... Puedes pasar. -Ella me sonrió luego de presenciar la reacción del que ella creía que era el novio y padre de aquel bebé.

Sin decir ni una sola palabra más y con la mirada preocupante de todos sobre mí, entré a la pequeña habitación en donde se encontraba Sucrette. Ella se encontraba sentada en la cama con ambas manos en su rostro, llorando lo más seguro.

Yo me acerqué a ella y posé una de mis manos sobre sus piernas, dejándole claro que estaba con ella. Me miró, sorprendida en un principio, pero luego no evitó volver a ponerse a llorar, cosa que me hizo sentir la persona más vulnerable que pudiese existir.

-Lo siento... Lo siento mucho... -Comenzó decir ella entre sollozos sin mirarme. - No se quién... -La interrumpí.

-Lo sé. -Suspiré. No quería que ella se sintiera menos ni nada de eso. Suficiente hemos sufrido en lo largo de los años, no quisiera que ella piense que la voy a abandonar. - No estés así, tendrás un bebé, ¿No estás feliz?

-Cas... -Me miró sin saber qué decir, tenía sus ojos hinchados y lágrimas salían incontrolablemente de ellos.- Y-Yo... Y-Yo no quiero que me dejes...

-Eso tiene que ser un mal chiste. -Dije un tanto molesto, pero comprendía que se sintiera así. Me senté a su lado en la cama y la abracé, dando un beso en su frente. - Sea mío o no, eres mi mujer de mi vida, mi comprometida, la mujer de la cual estoy enamorado y pienso apoyarte al 100%. -Le tomé sus manos, acariciando el anillo de compromiso que yo le regalé. - No importa lo que pase de hoy en adelante, porque no volveré a irme de tu lado jamás.

El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora