Capítulo 44.

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«Pv's Castiel.»

Me levanté perezosamente de mi cama, di un bostezo y giré un poco la cabeza mirando en dirección a la cama, en la cual aún yacía dormida Lucy, completamente desnuda. Yo me coloqué mi bóxer, mis pantalones y fui a la cocina a preparar algo de comer. Aún estaba somnoliento, Lucy no me dejó dormir en toda la puta noche, ¿Es Ninfómana o qué?

Me preparé un poco de café, tomé mi cajetilla de cigarros y prendí uno, del cual comencé a calar de inmediato. Tomé la taza con mi otra mano y fui al salón, encendí la televisión y ahí me quedé mirando las noticias.

Estaba tranquilamente tomando de mi café, y fumando de mi cigarrillo cuando escuché unas pisadas en mi habitación. Ya se habrá despertado. No me volví a mirarla, simplemente cambié el canal a la televisión.

Le di otra calada a mi cigarrillo y luego miré de reojo a mi lado, ahí estaba ella solamente con una blusa puesta y sus bragas al aire. Se acercó poniéndose a gatas en el sillón, acercándose cada vez a mí con una mirada provocativa.

—Lo hicimos toda la noche, ¿No te basta? —Me reí, adivinando sus pensamientos. Ella me miró juguetona con una sonrisa, mostrándome por un mero segundo su lengua. —Ven acá. —Ella hizo caso y se sentó sobre mi regazo, mirándome, con ambas piernas a su lado. — ¿De dónde sacas tantas energías, eh?

—Siempre he sido muy energética, desde niña. —Se encogió de hombros, reposando luego su cabeza en uno de los míos. Yo pasé mi mano libre por su cintura, apegando su cuerpo más al mío. — Debo ir a casa, Mía debe de estar preocupada. —Arrugué mi nariz cuando ella mencionó a su gata.

—¿Cómo aguantas tener esa bola de pelos? Odio a los gatos, dejan toda la ropa y la casa llena de pelos. —Ella se rió ante ese comentario, volviendo a encogerse de hombros.

—Es la costumbre, lo mismo podría decir de tu perro.

—Pero mi perro es fiel. —Contraataqué. — Tu gato fácilmente puede traicionarte y se va con cualquiera que le ofrezca algo. Esas bolas de pelos traicionan cuando menos te lo esperan. —Ella se separó un poco, mirándome seriamente con una ceja alzada. —Vamos, acéptalo, jaja.

—Eres un idiota. —Se iba a levantar, pero yo aún teniéndola afirmada con mi brazo, la sostuve aún más fuerte, haciendo que ella no pudiese moverse. Apagué el cigarrillo en el cenicero y luego me le quedé viendo. Ella estaba forcejeando para que la soltara. —Suéltame, idiota.

—Vamos, solo bromeaba. —La tomé de ambas manos y la atraje hacia mí para plantarle un beso en los labios. El me mordió con fuerza mi labio inferior y la solté. — ¡Hey, te dije que bromeaba! —Ya me había hecho enfadar.

—¡Con mi gata, no, maldito! —Y sin decirme nada más. Se fue a la habitación, supuse que se iría a vestir y luego se iría a su casa. Yo rápidamente me levanté y la seguí. Vi como ella apresurada trataba de ponerse su sostén, pero no lograba engancharlo. Yo me acerqué y se lo quité, tirándolo hacia otro lado. — ¡Hey, déjame en pa...!

Y sin decirle nada más, planté un forzoso beso en sus labios, ella no me escucharía. Ella se separó, pero aproveché esa ocasión para, con un ágil movimiento, deslizarle la blusa hacia arriba y quitárselo, dejándola con su cuerpo descubierto, ahora solo se encontraba con sus bragas. Ella seguía mirándome molesta, ni se sonrojaba al tenerla así, no era como Sucrette, no tenía su mismo encanto. No tenía ese toque, el cual hacía que me encendiera. No niego que Lucy tiene más culo y más pecho que Sucrette, pero aunque tuviera más cuerpo, no me causaba las mismas emociones. Ni me excitaba tanto como lo hacía ella. Pero en fin.

El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora