17. "Es por él, ¿No es así?"

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Puedo ver lo claro que es el café de sus ojos así de cerca, y lo llenos que son sus labios, quisiera decir que él no me recuerda a Artemis cuando tenía su edad, pero si lo hace.

Me aclaro la garganta, —Lo se, pero—

Él me envuelve en un abrazo, su olor tan familiar para mi, —Pero esta bien, respetaré tu decisión,— besa un lado de mi cabeza, —No voy a imponerme, ni a presionarte, no soy ese tipo de chico.

Lo se.

Cuando él se separa me mira directo a los ojos, —Siempre voy a estar aquí para ti.— me besa la frente y da un paso atrás.

Le doy una sonrisa honesta, —Y yo para tí.

Él retrocede paso por paso sin despegar sus ojos de los míos hasta que se da la vuelta y se va. Aunque no se ve del todo bien, se que estará bien. Lo conozco, se lo que él cree que siente por mí, pero yo se que solo esta confundiendo el cariño que ha desarrollado por mí todos estos años. Su madre nunca ha estado para él, soy la primera figura femenina positiva que ha tenido en su vida, y él piensa que esa sensación de seguridad y bienestar que siente conmigo es amor pero no lo es. No debí permitir que pasará lo de la lavandería pero ya lo he hecho, hecho esta y lo único que puedo hacer ahora es tomar la mejor decisión: Dejarlo ir para que encuentre una persona que le muestre lo que el amor es de verdad.

Buena suerte, Apolo.

Resoplo, y me voy a mi cuarto. Mi madre esta sentada junto a la ventana, agarrando una taza de té con ambas manos. Su cabello es una combinación de rojo y blanco debido a sus canas, le he dicho para pintárselo pero no quiere, dice que portará sus canas con orgullo.

—¿No vas a la universidad hoy?— me pregunta, mientras me acuesto en la cama y pongo mi antebrazo sobre mis ojos, mi madre se queda en silencio unos segundos, —¿Estás cansada, hija?

Si.

Finjo una sonrisa y actúo enérgica, sentándome, —Claro que no, solo quería ser dramática, mamá.

Ella me devuelve la sonrisa, —¿Cómo te fue en la presentación de ayer?

Levanto mi dedo pulgar hacia ella, —Espectacular, tu hija es muy inteligente.

Eso parece alegrarle, verla sonreír me llena de una forma muy especial. Si, ella cometió muchos errores, y a causa de eso tuve una infancia muy difícil pero jamás le daría la espalda.

Es muy fácil enfocarse en ver solo lo malo de los demás, cuando la miro, no veo lo malo, veo a esa mujer que escogió mal el hombre para tener una hija, que la golpeada y la dejó en la calle con una bebé en brazos, una mujer que dejó de comer muchas veces para alimentarme a mí, que vendió su cuerpo para poner un techo sobre nosotras, que cayó en las drogas para evitar vivir en la realidad de vender su cuerpo cada noche. Veo a la mujer que enderezó su camino en el momento que se le presentó esta oportunidad de trabajo, veo a la mujer que tembló, lloró y sufrió con los síntomas de abstinencia después de dejar las drogas pero que nunca volvió a ellas.

En el momento que tuvo una oportunidad, lo dio todo de ella para enderezar su camino y por eso, siempre tendrá mi respeto.

Hay mucha más fuerza y voluntad en enderezar tu camino en la vida que haberlo tenido derecho desde el principio.

Así que no tengo ningún problema en ser fuerte por ella ahora.

Me inclino y le doy un beso en la frente, —Voy a alistarme para la universidad.

—Cuidate mucho, hija. Dios te bendiga.

—Amén, mami.

-

—Odio mi vida.

Gin esta con la cabeza sobre la mesa, mientras yo tomo un sorbo de mi vaso con agua. Ella se endereza en su silla para darme una mirada triste.

—No me vuelvo a enamorar.

A Gin no le ha ido bien con el hombre apuesto que nos invitó al club de Artemis la otra noche. Al parecer, después de estar con ella varias noches, ha comenzado a actuar frío y hace dos días tuvieron la conversación de que él no quería nada serio por ahora.

Mi amiga hace puchero, —Dime la verdad, ¿Crees que fui muy fácil? ¿Qué le abrí las piernas muy pronto?

—Gin.

—Es que yo lo sabía, tenía que hacerme la dura.

—Gin,— le digo seria, —¿Por qué haces esto? ¿Por qué siempre tienes que buscar la manera de echarte la culpa? El hombre es un jodido idiota, tú eres perfecta, él se lo pierde, punto, fin del tema.

—Es que creí haber encontrado al hombre de mi vida.

—Eso dijiste del chico pasado.

—Yo se, yo se,— ella me explica, —Pero Clau,— baja su tono hasta que se vuelve un susurro, —es un Dios en la cama,— volteo mi ojos, —el mejor sexo que he tenido en mi triste vida.

—¿Y eso lo vuelve automáticamente el amor de tu vida?

—¡Por supuesto!

—El amor es más que sexo, idiota.

—Claro, ha hablado Claudia, la experta en el amor. Si tu eres como él en versión femenina, te los tiras y los botas.

—Yo soy clara con ellos, además, no veo a ninguno quejándose.

Ella alza una ceja, —Y, ¿Daniel?

—Él es la excepción.— No puedo creer que Daniel aún me llame.

—Quiero ser como tú, yo no puedo tener sexo sin involucrarme emocionalmente, me enamoro, Clau, me enamoro.

Me encojo de hombros, —Nah, no te has enamorado, Gin. No has pasado suficiente tiempo con alguno de esos chicos para saber si es amor o solo atracción física.

—Podría ser amor a primera vista.

—En tu caso, follada a primera vista.

—Muy graciosa.— ella suspira, —De igual forma, creo que aceptaré tener sexo con él de vez en cuando.

—¿Es en serio, Gin?

—Clau, es el mejor que tenido en serio, hace un movimiento con sus caderas mientras lo hacemos que guao, llega justo a mi punto G.

Hago una mueca, —Demasiada información.

Los ojos de Gin caen detrás de mí, y sorpresa se expande por su expresión, —Hablando del rey de roma.

Me giro para ver a que se refiere, y efectivamente, Daniel viene hacia nosotras, —Oh no.

—Tengo curiosidad, Clau, ¿Qué le hiciste a ese chico para que este así de obsesionado?

Recuerdos de Daniel, nuestros cuerpos sudados, en una variedad de posiciones en aquel cuarto de hotel me apenan. La pregunta es, ¿Qué no hicimos, Gin?

—Tengo que irme.

—Clau, no.

Me levanto, y corro como si mi vida dependiera de ello, dejando a Gin sola en la cafeteria de la universidad, escucho a Daniel llamar mi nombre pero huyo, usando los pasillos que conozco tan bien a mi favor, ¿Qué hace aquí? Él todavía va a la preparatoria no a la uni.

Ese chico es intenso nivel Dios.

Bostezo, y me cubro la boca con la mano para subirme al bus a casa. Ha sido un largo día. Veo las tiendas, los arboles pasar a través de la ventana del bus y mi mente inquieta viaja al idiota de traje elegante que tengo días sin ver, ha crecido tanto, madurado tanto fisicamente. Ya no queda nada de ese chico con rostro infantil con él que me crié.

Cierro mi ojos y el rostro de Artemis cerca del mío viene a mi. Necesito dejar de pensar en él, no vale la pena. Me quedo dormida para soñar con él: besos apasionados y palabras dulces adornando mis sueños pero son solo eso: Sueños. Porque entre Artemis y yo todo se ha acabado antes de comenzar.

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>>>>>  Doble actualización. PERO no olvides votar por este capítulo o te perseguirá el payaso de IT.... >>

A Través De Ti [Hidalgos#2] ✔️ [En librerías]Where stories live. Discover now