||Pelea contra el Alfa ||

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• Rihanna -love the way you lie •

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Rihanna -love the way you lie

Hoy es el día...

Abby se enfadó mucho cuando se enteró de que combatiría con Maximiliano pero después me ayudo a entrenar. Marc también me ha ayudado mucho y aunque no lo crean es simpático, excepto con los hombres lobos o bueno eso creo yo, es muy serio cuando esta solo o con los demás de la mansión. Aunque cuando estoy con él temo por mí vida. 

¿Por qué golpeas tanto el saco?—pregunte, él y yo nos encontrábamos entrenando y desde que llego y vio ese saco comenzó a golpearla.

—practico...—golpeo el saco y este cayo.

— Estoy segura de que cuando golpeas ese saco alguien se te viene a la mente ¿quien es? 

—La reina demonio—dijo y el saco se rompió.

Ese día tuve un poco de miedo, ¿Qué pasara cuando se entere que soy yo?

Y la cadena... la he aguardado, no quiero que nadie la encuentre, no hasta que no sepa de quien es.

—¿Eli?—entro a mi habitación Abril.

—¿ya está listo Maximiliano?

—si... Pero... No tienes que hacerlo.

—quiero hacerlo.

—¿y si Arlet toma de nuevo el control?

—Abril, no he soñado con Arlet desde que fui a la manada de mi padre, mis ojos volvieron a la normalidad desde hace días, ya no hay nada de que preocuparse. 

Ella solo asintió y salió de la habitación, al bajar las escaleras, Abril, Patrick y Marc me esperaban. 

—Te diriges a tu muerte...—dijo Marc cruzado de brazos y negando con la cabeza.

Nadie dijo nada en todo el camino, el lugar para la batalla con Maximiliano seria el centro de la manada, el lugar conde Abby fue convertida.

Abby no pudo esperarme porque ella como mate del beta tiene que acompañarlos y ayudar a firmar un pacto que hacen.

Los tres tienen que hacer una herida y juntar sus sangres en una copa, si llego a soportar el tiempo que Maximiliano dijo tendré que beber esa sangre. 

Si llega a faltar la sangre de uno de ellos no podre pertenecer a la manada y tampoco la familia de Abril.

Recargue mi cabeza en la ventana, decidimos dejar a los pequeños en la mansión para que no vieran lo que sucedería.

—llegamos—dijo Marc y todo bajamos del auto. Toda la manada se encontraba reunida, algunas personas me miraban con sorpresa, otras me sonreían, ya conocía a la mitad de la manada y eso era un gran paso.

Reina DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora