[VEINTIDOS]

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Darren.

Nunca había abrazado a alguien tan fuerte en toda mi vida. Aunque tampoco soy mucho de dar abrazos.

Ojalá pudiera hacer que olvidara todo.

Hayley ha dejado de llorar, y tiene la cabeza apoyada en mi cuello. Su respiración me hace cosquillas, pero no quiero decírselo, porque entonces se apartará.

— ¿Dallen? ¿Qué haces?

— ¡Shh! Está con su novia, tonto, no los interrumpas. — Zoe hace callar a su hermano.

Hayley se separa un poco y quedamos cara a cara. Aunque tenemos a dos niños que nos miran desde detrás de la puerta, coloco un mechón rebelde detrás de su oreja.

— ¿Te encuentras mejor?

— No. Quiero dormir, tomar café y ver series toda mi vida. Ah, y no quiero volver nunca al instituto.

— ¿Quieres que te haga un café?

Ella sonríe un poco.

— Sí, eso estaría bien. Siempre y cuando no vayas a quemar la casa, o te vaya a quedar como las tortitas.

— Eso fue tu culpa.

— ¿Mi culpa? — se hace la ofendida y se separa un moco más—. Yo te dije los pasos correctamente.

— Ya, ya. Bueno, un café, ¿algo más?

— Aprobar mates. — levanto las cejas—. Nah, broma. Por cierto, Darren, ¿tenías visita?

Asiento.

—Pues sí. El partido ha acabado hará dos horas, y yo me sentía un poco mal, así que me he quedado en casa y mi hermana y mis padres han salido. Y bueno, la señora Morrisson tenía una cena urgente, y necesitaba que cuidara de Zoe y Damon.

Ella se aleja aún más y se cruza de brazos.

— No me lo puedo creer. Darren Johnson cuidando de niños. ¿Pero salen vivos de tu casa?

Niego con la cabeza mientras sonrío.

— Sí, y calla ya. Te los voy a presentar, ya verás que son angelitos.

Vamos hacia el comedor, y los dos hermanos se están peleando. Hayley me mira fijamente como diciendo "angelitos, ¿eh?"

— Monstruos. — ambos se separan y me miran—, ella es Hayley...

— Tu novia, sí ya lo sabemos. No hace falta que sigas. — me corta Zoe.

— No, Zoe, ella es mi vecina. Pero bueno. — Hayley ellos son Damon y Zoe. Como deducirás, Zoe es la que siempre interrumpe.

— ¡Oye!

— En fin, voy a hacerte un café.

Dejo sola a Evans con Zoe y Damon, y mientras hago el café puedo escuchar como Zoe le hace un montón de preguntas, y Damon le dice que juegue con ella. También puedo escuchar la voz incomoda de Hayley mientras habla con ellos.

Se nota mucho que no le gustan los niños. Incluso podría decir que le ha cambiado la cara cuando se los he presentado. Pero lo cierto es que yo también los odiaba antes de conocerlos a ellos.

Cuando vuelvo, veo que Zoe sigue dibujando mientras habla con Hayley, y Damon está mirando uno de mis libros de matemáticas intentando entender algo.

Ni yo lo hago.

— Campeón, aun no te preocupes con eso, que te queda mucho para ese libro. —le saco el libro de las manos—. ¿Queréis ver una película?

17 razones para no enamorarse de mí. [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora