Capítulo 7

1.4K 133 0
                                    


Esta tarde Dalton me había dejado a cargo del taller por segunda ocasión en la semana, y de Dax por consecuente. Había traído a Robert conmigo ya que nadie podía cuidarlo y no quería dejarlo solo.

Morgan se encontraba en una importante entrevista en el Hospital así que no podía pedirle el favor.

-Tenemos problemas – giré mi cabeza en el momento que mi amigo se movió para dejar a la vista a un Robert con la ropa llena de grasa.

Apreté la mandíbula y sentí como mi temperamento cambió drásticamente.

-Creo que les dejé claro que tú-señalé a mi amigo- No lo ibas a dejar ayudarte, y tú –señalé a mi hermano-No puedes meterte debajo de los carros, es peligroso.

- Sólo quería observar lo que Dax hacía ya que tú no me dejas- dijo mi hermano tratando de ocultar sus manos sucias.

-Existe una razón para eso-aclaré.

- Tranquilo Tyler no le paso nada- fulminé a Dax con la mirada – Simplemente estaba tratando de que no se aburriera-.

-No te metas-.

-Como quieras- levantó las manos como dándose por vencido y se alejó.

- Tú siéntate donde te dije –le ordené a Robert.

Ninguno de los dos tenía la culpa de mi estado de ánimo en ese momento, pero todo se debía a Morgan y su entrevista. Días anteriores me había comentado que quería terminar su carrera aquí en Cranbrook y hacer su estadía en el hospital de la ciudad. Las dos cosas por conjunto eran una mala idea. Mi padre trabajaba allí, por lo que significaba que más que ahora me reprocharía el que yo no hiciera lo mismo. Odiaba toda la maldita situación y sabía perfectamente que Morgan no tenía la culpa, ella sólo trataba de hacer lo que le gustaba y creía correcto. Era un completo y jodido mal novio, o amigo, o lo que sea que fuese de ella, por desear que la rechazaran.

Solté el aire haciendo un ruido exagerado.

Tenía que distraerme con algo así que me puse a revisar el carro del señor Withman una vez más.

Caía la noche cuando volví a casa. Estuve dándole vueltas en mi cabeza a toda la situación de Morgan y lo único que provoque con eso fue un fuerte dolor de cabeza. Recibí una llamada de mi padre pero la ignoré. No estaba dispuesto a escuchar una vez más su sermón, porque para este momento supuse ya sabría lo de Morgan.

Robert se había molestado conmigo por la forma en que lo traté a él y Dax, y estaba en todo su derecho de estarlo. Ahora me veía en la necesidad de hacer lo que él quisiera para poder ser disculpado por mi horrible actitud.

-Listo enano. Sin tomate y con mucha mostaza justo como te gusta-dije depositando el plato en la mesa con la hamburguesa, lo observé un momento antes de girar la silla frente a él y sentarme.

- Falta mi malteada de chocolate- dijo.

-Claro aguarda un momento- me levanté y fui directo al refrigerador. Me quedé un momento analizando lo que había en el.

Estaba prácticamente vacío.

- No tenemos leche para eso – dije después de buscar por todos lados.

-Entonces quiero jugo-

-Jugo será- cerré la puerta del refrigerador con mi pie después de tomar la caja de dicho líquido.

Le serví en un vaso y me acerqué nuevamente a él.

- ¿Vas a perdonarme o tengo que prepararte más comida?- pregunté deslizando el vaso de jugo hacia mi hermano.

Lisa © (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora