La Cueva del Espantapájaros (Compendio #1)

Luna

Estaba tan concentrada en los niños que descendían de los tres autobuses, que no percibió a Ángel detrás de ella hasta que le habló al oído.

- Necesito que me cubras - le susurró.

- ¿Tienes frío? - preguntó ella.

- No, me refiero a que iré a investigar en las cabañas de los otros equipos - respondió el muchacho.

Se volvió para mirarlo. Hacer una cosa así podría representar que lo despidieran de inmediato.

- ¿Por qué?

- Porque si esto es una broma como dijo Edgar, tal vez encontremos pistas en las habitaciones de los otros guías - afirmó Ángel. - Pero si no lo es, tal vez encontremos algunos datos interesantes sobre quién puede estar detrás de todo esto.

- ¿Es decir que crees que el espantapájaros pudo ser convocado por alguna persona de este campamento? - preguntó Luna.

La simple idea de que alguno de sus nuevos compañeros de trabajo haya conseguido que el espantapájaros cobre vida, le provocó un escalofrío.

- Es una posibilidad, ¿no crees? - respondió Ángel, encogiéndose en hombros. - Por eso es mejor aprovechar que todos están concentrados en los niños. Iré a investigar.

- De acuerdo, yo te cubro - aseguró Luna. - Si hay algo en lo que soy buena, es en mentir.

Orgullosa de sí misma, se giró mientras el chico de ortodoncias corría hacia las cabañas. No se dio cuenta que Valeria estaba a un paso de ella, mirándola como si fuera la principal sospechosa de un crimen.

- ¿Dónde fue Ángel? - preguntó.

- A investigar en las cabañas de los otros equipos - respondió Luna. - ¡Oh, diablos! Se supone que eso no te lo tenía que decir.

- Hiciste bien en decírmelo - afirmó Valeria. - Como así también creo que Ángel está haciendo bien en investigar.

- ¿Crees que está haciendo algo bien? - preguntó Luna.

- Todos sabemos lo que vimos, Luna, por más que no lo entendamos - afirmó Valeria. - Y eso que vimos, no era humano ni era algo natural. Y según tengo entendido, para que lo sobrenatural funcione, alguien tuvo que haberlo invocado.

- Así que también sospechas de alguien de este campamento - asintió Luna. - Eso me da un poco de miedo.

- Bueno, lo importante es que sepamos detenerlo antes de que ocasione daño - dijo Valeria. - En virtud de que nuestro coordinador no va a intervenir, depende de nosotros mantener la paz en este lugar.

- ¿Cómo es que depende de nosotros? - preguntó Luna, contrariada. - ¿Cómo es que asumimos semejante responsabilidad?

Valeria se encogió en hombros, como si lo más normal del mundo fuera cazar seres de otras dimensiones.

- Tú sólo mantente segura ante Edgar – le ordenó. - Que no perciba ni lo que los chicos están investigando en el campo vecino ni lo que Ángel está haciendo en las cabañas.

- No te preocupes por eso, Valeria - afirmó Luna. - Si hay algo en lo que soy buena, es en mentir.