La Cueva del Espantapájaros (Compendio #1)

Valeria

- Esos cigarrillos son importados - murmuró Joshua a su oído. - Estuve investigando y no se venden en Bahía Ausente.

Valeria puso los ojos en blanco. ¿Por qué dejó la maldita caja de cigarrillos en el auto sabiendo que Joshua la torturaría al descubrirlo?

- ¿Te pusiste a investigar sobre la caja de cigarrillos? - le preguntó, asombrada.

- Es que no me estás contando quién es el galán - afirmó Joshua.

<<Porque está lejos de ser un galán>>, pensó Valeria con fastidio.

El encuentro había sido un desastre. Las conversaciones fueron aburridas y el sexo, que intentó ser erótico, terminó resultándole insulso. Por supuesto, su orgullo impediría reconocer la mala experiencia ante su ex novio, quien por más gay que fuera, no se podía permitir perder.

- No te cuento quién es porque fue un encuentro de una noche que dudo que se vuelva a repetir - respondió ella. Señaló con la mirada a Edgar Villas, quien hablaba a todos los recién llegados. - La charla introductoria es importante, Joshua. Te recomendaría que escuches al coordinador.

- Lo único que siempre tienen que recordar es que yo soy vuestro rey - decía Edgar, ante un público que dejó de escucharlo hacía diez minutos. - Su deber es amarme y adorarme por siempre.

- De acuerdo, no está diciendo nada importante - confirmó Valeria, volviéndose a Joshua.

- ¿Podemos seguir hablando del chico misterioso entonces?

Pero prefería escuchar los delirios del Edgar antes que someterse a la encuesta de Joshua. Entre sus malas opciones, la menor.

- Más allá de que yo sea su rey - continuaba Edgar. - Ustedes pertenecen a mi realeza. Siéntase afortunados, porque el pueblo, los plebeyos, en realidad son nuestros clientes que llegarán al mediodía. Y deben velar por la seguridad de ellos, como toda nobleza hace por su pueblo.

Valeria estaba convencida de que así no funcionaba la monarquía, pero no tenía ganas de llamar de la atención. Miró entre el público y descubrió a su amiga Melissa, hablaba por lo bajo con una muchacha que apreciaba a Edgar como si estuviera a punto de cometer regicidio.

- Así que ese es el secreto, cuiden a los chicos de todo lo que puedan sucederle - afirmó Edgar. - Cosas tanto naturales como sobrenaturales.

Aquello acaparó la atención de todos.

- ¿Sobrenaturales? – interrumpió una muchacha de la segunda fila de troncos. - ¿Acaso dijo sobrenaturales?

- La forma en que tendrías que armar tu oración fue 'acaso dijiste cosas sobrenaturales' - la corrigió Edgar. Luego, lanzó un suspiro. - Chicos, yo soy su rey pero soy uno de ustedes. No tienen permitido, de hecho está prohibido, tratarme de "usted". Quien lo haga, será expulsado inmediatamente. Tenemos casi la misma edad.

<<Por todos los cielos, puede ser el padre de cualquiera de nosotros>>, pensó Valeria, harta de escucharlo.

- ¿Qué significan cosas sobrenaturales? - preguntó Melissa, desde el otro lado de la platea. Valeria pudo percibir el pánico en su voz.

- Bueno, quizá la mayoría de ustedes ya lo sepa, pero Bahía Ausente tiene cierta mística - concluyó Edgar. - Cosas fuera de lo común pasan en el pueblo. A mí particularmente nunca me ha sucedido nada raro, pero muchos amigos míos me han comentado de experiencias extrañas. No sólo extrañas, sino más bien aterradoras. Seres malignos que circulan sueltos por el pueblo.

Valeria miró horrorizada a Joshua, quien se encogió en hombros, igual de sorprendido que ella.

<<¿Acaso sólo nos está contando una historia de miedo o estamos siendo coordinados por un hombre que realmente está loco?>>, se preguntó.

Valeria, en ese momento, ignoraba que pronto lo descubriría.