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La Navidad en Hogwarts era una de las cosas más hermosas que Remus había visto alguna vez. El castillo estaba cubierto por una capa de nieve y las luces que brillaban en el castillo le daban a la atmósfera el ambiente de un cuento de hadas. Todos sonreían y se reían un poco más fuerte que de costumbre. Remus apenas podía creer que solo quedaba una semana de clases antes del descanso.

Nunca se había sentido tan feliz en esta época del año. Las navidades, para Remus, eran normalmente un asunto en solitario. No tenía más familia con la que pasar las cenas de Navidad, ni amigos cercanos, ni amantes a quienes pudiera regalarle algo. A lo sumo, intercambiará misivas de vacaciones con Dumbledore u otro asociado, pero nunca iba más allá de eso.

Mientras que a Remus le encantaban las decoraciones navideñas, creía que el muérdago iba demasiado lejos. Había muérdagos en cada esquina, colgando en casi cada entrada. Remus nunca tuvo la oportunidad de ver un muérdago encantado antes. Cualquiera que sea atrapado debajo de este sería retenido con un hechizo congelante y por lo tanto no podría irse hasta que besara a la otra personas. Las primeras veces era divertido ver a los estudiantes, o a los profesores, besándose embarazosamente mientras la multitud soltaba risitas o vitoreaba. El pobre Sirius era atrapado bajo el muérdago más que la mayoría de los jóvenes con esperanzas desviadas. Él y McGonagall compartían miradas divertidas cada vez que lo atrapaban. Pero finalmente la novedad se disipó y Remus se molestó por tener que planificar rutas estratégicas alrededor de la escuela para evitar la planta parasitaria.

Iba camino al Gran Salón cuando el sonido de risas y burlas atrajo su atención. Dobló la esquina y vio a un grupo de estudiantes atascando el pasillo.

"¡Acorralado de nuevo, Black! ¡Vamos bésalo!''

Remus estiró su cuello y efectivamente, Sirius estaba debajo del muérdago nada menos que con Garrett Kelley. Pobre Sirius. Ambos muchachos se miraban con los ojos muy abiertos, pero una sonrisa curiosa jugó en la esquina de los labios de Sirius.

"De verdad, esto es simplemente estúpido", dijo Lily Evans.

"¡No seas tan aguafiestas! No te preocupes, te besaré eventualmente'', dijo James con un guiño. "¡Vamos, Sirius!"

Sirius se rió y pareció reunir valor. Ahuecando la cara de Garrett, se inclinó y besó al otro chico, quien respondió con poco entusiasmo. Algunos vitorearon o hicieron ruidos de disgusto, pero fue afable. Cuando se apartó, los dos chicos se sonrojaron.

"¡Asqueroso! ¡No puedo creer que lo hayas hecho!", dijo Peter con una sonrisa. Sirius le guiñó un ojo a Garrett.

"Gracias por el beso, Garry", dijo y se dirigió con sus amigos, los estudiantes bordeando el muérdago a medida que avanzaban.

"Creo que le gusta ser capturado por el muérdago", dijo una voz a su lado. Remus se giró y vio a McGonagall sonriendo a su lado.

"Yo también. ¿Cuáles son tus planes para hoy? Iba a ir a Hogsmeade a hacer algunas compras, ¿te gustaría acompañarme?''

"Oh, me encantaría, Remus, pero tengo algunas cosas de las que necesito ocuparme aquí primero. ¿Quizás podamos vernos más tarde?''

"Claro", estuvo de acuerdo Remus y continuó su camino, haciendo todo lo posible para evitar que el muérdago colgara sobre él.

oOo

Comenzó a lamentar su decisión de visitar Hogsmeade tan pronto como llegó. Estaba lleno de estudiantes y aldeanos que compraban para las vacaciones. Le había tomado casi una hora conseguir dulces de Honeydukes para Dumbledore, y había encontrado un par de libros para McGonagall, quien se quejó de que su pareja le arruinó uno por segundo año consecutivo. También encontró una bufanda con el mismo tono plateado de los ojos de Sirius y decidió que podría gustarle y también lo compró.

Las líneas que cruzamos  [wolfstar]Where stories live. Discover now