Cazando tu amor [NaruSasu]

"Soy un doncel...y un cazador"

“Creo que las tareas domesticas son mas estresantes que ir de caza”

Nancy Mitford.

Las voces de los viejos de mierda en la habitación de reuniones lo despertó. No había nada que Sasuke odiara mas que esos inútiles vejetes sean lo primero que oyera en las mañanas. Refunfuño y se levanto, se dio un baño y se alisto a paso lento para ir a la escuela.

Al mirar su reflejo en el espejo contuvo las ganas de romperlo de un puñetazo, ver sus facciones estilizadas y refinadas le recordaba cada día que era un doncel indigno de la bendición de su padre y de los viejos de mierda del clan para ser cazador. Apretó los puños con fuerza, clavándose las uñas en las palmas de sus manos, la furia en su interior hizo aflorar el Sharingan en sus ojos. Lo observo por un instante y se pregunto a si mismo, si ya había despertado el Sharingan ¿Por qué carajos no podía ir a cazar?

Gruño frustrado y cerro los ojos con fuerza, y para cuando los abrió, ya habían recobrado su color ónix de todos los días. Se dispuso a salir de la habitación y camino de puntillas al pasar por el cuarto donde se reunían los viejos, la desventaja de vivir en una casa tradicional japonesa era que las paredes y puertas eran literalmente de papel.

Cuando llego a la cocina, soltó un suspiro de alivio al haber pasado desapercibido. Entro y recibió a su madre con un ceño fruncido al ver que ella estaba cocinando, ELLA estaba cocinando…lo cual no era bueno.

-¿Qué haces madre? – se sentó cautelosamente a la mesa, vigilando que la creación de su madre no explote.

-Buenos días mi niño, como veras estoy haciendo el desayuno.

Observo la masa burbujeante siendo hervida en la olla -¿”Eso” es el desayuno?

Su madre lo miro molesta -No le digas así, ya veras que es delicioso.

-Parece un homúnculo cobrando vida, madre.

La mujer suspiro – Ese es tu problema, siempre te dejas llevar por las apariencias – fingió un llanto -¿de quien habrás sacado eso?

Sasuke estaba considerando seriamente el huir de la casa, hasta que recibió una llamada. Al ver de quien se trataba, agradeció al cielo el haberla conocido cuando tenia cinco años.

Atendió la llamada y sonrió aliviado – Siempre llamas en los momentos mas oportunos, Sakura.

-Espero, por tu bien, que eso no halla sido sarcasmo.

-No, créeme, no lo era.

Se escucho un suspiro – Bien, confiare en ti. Hablando de confianza, se supone que ayer ibas a ir por mi al trabajo.

-Si, lamento eso. Estaba…con unos asuntos – recordó como discutió con su padre el día anterior sobre entrenarse para ser cazador, obviamente, perdió.

-Oh…esos asuntos – la pelirosa suspiro y luego dijo una serie de insultos inofensivos hacia el padre de Sasuke, quien soltó una risita cómplice – en ese caso, te perdonare.

-Te lo agradezco, pero…¿solo llamaste para regañarme?

-No…bueno, si, pero también porque el autobús a la escuela ya de fue y necesito que pases por mi.