Capítulo 6. El Mundo de los Negocios.

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Luke Hemmings

Estaba sentado en la parte posterior del banco silbando una melodía de una canción cuando el rugido de un aparcamiento me hizo mirar hacia arriba. Miré bajo la gorra negra y un Audi blanco apareció. Pronto una chica castaña salió de él, haciendo su camino hacia mí. 

Vestía ropas elegantes que ni siquiera conozco el nombre, pero parecía cara y sus ojos estaban ocultos detrás de un par de gafas de sol Carrera.

—Hey. —Dijo sentándose a mi lado.

—Vienes muy temprano hoy —Señalé.

—Hubo menos tráfico. —Ella se encogió de hombros.

La miré, asentí con la cabeza y miré de nuevo, apoyando los codos en las rodillas y jugando con mis dedos.

—¡Oh, Dios mío! ¿Qué te ha pasado en el ojo? —se quitó las gafas de sol y agarró mi barbilla suavemente haciéndome dar la vuelta para mirarla.

Tenía una expresión de horror en su rostro, como si nunca hubiera visto un ojo negro. Bueno, tal vez no lo ha hecho.

—Nada. —murmuré. En realidad no quería explicar cómo me lo hice.

—No parece "nada". —arqueó una ceja mirándome como si estuviera tratando de entrar en mi cerebro.

No dije nada, con la esperanza de que iba a callarse, pero parece que a la chica le gusta molestarme. 

—¿Sabes? No tienes que decirme lo que te ha pasado, sinceramente no creo que quiera saberlo, pero al menos te podrías haber puesto un poco de hielo. Parece que el ojo se te va a caer. —ella sacudió la cabeza probablemente imaginando la imagen de mi ojo cayendo.

Me reí entre dientes. —Tampoco creo que quieras saberlo.

Flashback.

—Tío, tenemos algunos asuntos que hacer. Ahora. —La voz de Connor me salvó de tener que escuchar los estúpidos comentarios de Allison. A juzgar por el tono de su voz, se trataba de una sola persona.

Llegamos a la vieja camioneta de Jack y subieron al asiento trasero Mike y Connor. Mientras yo estaba sentado en el asiento del pasajero. Todos parecían nerviosos y concentrados, así que supuse que era el único ajeno a lo que estaba pasando.

—¿Alguien me puede explicar que está pasando? —les pregunté intercambiando la mirada entre los tres.

—Anthony quiere vernos. Dijo que era urgente y no creo que eso sea bueno. —Jack miró brevemente hacia mí mientras conducía a gran velocidad por las calles de Bronx.

Después de 20 minutos estábamos en la casa de Anthony. Era un viejo almacén en las afueras de la ciudad. El resto de los edificios a su alrededor se habían quemado hace años a causa de un incendio provocado por alguien para quemar un cadáver así que ahora, el almacén se quedó solo en el medio de un montón de escombros.

Seguimos el camino hacia el interior, donde Anthony ya estaba esperando. El interior del edificio no era mucho más bonito que el exterior. Estaba oscuro y monótono de decoración. El olor de las drogas llenó la esquina y si no estás acostumbrado a ella, te quema la nariz.

—Es bueno veros de nuevo chicos. Gracias por ser tan rápidos. —Anthony dio la vuelta en su silla, haciendo que parezca como si estuviéramos en una película de gángsters. Me reí por dentro. Puede tratar de sonar bien, pero detrás de sus palabras, es sólo veneno. Él es el tipo de hombre que no está conectado a nada en su vida, además de su dinero, obviamente.

B.R.O.N.X. » l.h. [Adaptada.]Where stories live. Discover now