Capítulo 1. Bienvenida al Bronx.

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Emily Stone.

Ajusté el espejo retrovisor con la mano izquierda, mientras que con la derecha estaba buscando dentro de mi bolso mi brillo de labios.

Cuando por fin lo encontré, lo abrí y puse una pegajosa capa de color rojo en mis labios. El olor a fresa llenó mi nariz al instante, mezclándose con el olor a coche nuevo. Metí el brillo de nuevo en el bolso y apreté los labios haciendo un ruido seco después de separarlos. Giré el espejo retrovisor a su posición original y coloqué mi bolso negro en mi hombro para acto seguido, abrir la puerta y bajarme del coche.

Comencé a caminar hacia el campo de fútbol donde los chicos estaban terminando de entrenar. Me senté en un banco para esperar a que mi hermano saliera. «Tengo que ir a la peluquería», me dije a mi misma mirando las puntas de mi pelo rubio. 

Miré mi nuevo Audi blanco perfectamente aparcado y brillante bajo la luz de Nueva York. Fue un regalo de mis padres por aprobar el curso con buenas notas, pero no ha llegado hasta principios de septiembre, ya que tenía que venir desde Europa. Sin duda, valió la pena la espera. Esta era probablemente la tercera vez que lo conducía, teniendo en cuenta que cumplí dieciséis en noviembre del año pasado y conseguí sacarme el carnet de conducir.

-¡Emily, Emily!-apareció mi hermano Eddy a mi lado, gritando mi nombre.

-¿Que tal te ha ido?-le pregunté alborotando su pelo.

-Me ha ido genial y he hecho un nuevo amigo.-dijo sonriendo de oreja a oreja.-¡Tyler, ven a conocer a mi hermana!-le gritó a un niño.

Quiero a mi hermano pequeño con todo mi corazón, en realidad él es el único medianamente soportable de todos mis hermanos. Yo soy la única chica y a veces me siento sola, pero con lo adorable que es Eddy, se me olvida que tengo otros dos hermanos insoportables.

-Wow, tu primer día y ya tienes un amigo.-me puse de rodillas para estar a su altura mientras sonreía.

Pronto un niño con los ojos azules se acercó a nosotros con timidez.

-Tú debes ser Tyler, encantada de conocerte. Soy Emily, pero me puedes llamar Em.-alargué mi mano para saludarme y él lo hizo sonriendo tímidamente.

-Encantado de conocerte, Em.-dijo con una voz muy bonita.

Me levanté y tomé la mano de Eddy para llevarlo directo al coche. Iba a empezar a andar cuando vi a Tyler yendo hacia la estación de metro.

-¡Espera, Tyler! ¿Nadie viene a buscarte?-fruncí el ceño con confusión. No tendrá más que siete años, él no puede viajar en metro solo.

Él negó con la cabeza, pero no hizo ademán de seguir caminando.

-Ven, te llevaré a casa.-sonreí para tranquilizarlo. Me encantan los niños y no podía dejar que Tyler se fuera solo en metro.

-No, no te preocupes.-sacudió la cabeza de nuevo.

-No voy a aceptar un 'no' como respuesta.-canté y tomé su mano, llevé a los dos niños a mi auto. Tyler abrió la boca con asombro al ver el coche.

-¿Te gusta el coche?-le pregunté.

Él me miró y asintió todavía asombrado. Me eché a reír y puse a los dos en los asientos de atrás del coche y les abroché el cinturón antes de subirme en el lugar del conductor.

Arranqué el coche y dejé el bolso en el asiento del copiloto.

-¿Sabes tu dirección? Así la pongo en el GPS.-le pregunté a Tyler dándome la vuelta en el asiento para mirarle.

B.R.O.N.X. » l.h. [Adaptada.]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum