Expuestos

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Pasaban de las dos de la mañana, Hinata hundió sus dedos en la larga cabellera azabache que descansaba entre sus pechos sudados. Él tenía los ojos cerrados y su respiración a pesar de haberse quedado dormido aún era agitada, la chica sonrió al observarle el rostro, las facciones masculinas y perfectas, la gruesa capa de pestañas que llegaban hasta el inicio de sus mejillas.

-Eres hermoso—Susurró masajeándole delicadamente el cuero cabelludo con la yema de los dedos.

El peso del Uchiha podría ser un tanto asfixiante, el calor que irradiaba después de la última entrega sexual, podía hacerlo más incómodo pero Hinata más bien lo estaba disfrutando, él entre sus pechos y piernas permitiéndole abrazarlo y sobre todo a pesar de estar dormido disfrutar de su tacto sin sentirse amenazado.

Con su delgado dedo índice izquierdo se permitió acariciarle el mentón y los labios y haciendo una pequeña maniobra consiguió unir sus labios, el beso demasiado fugaz para su gusto. No deseaba despertarlo con sus acciones; le agradaba tenerlo dormido, es solo que necesitaba tocarlo, disfrutar de tenerlo cerca, ¿cuántas veces pensó que eso no sucedería? ¿Qué no volvería a verlo?

Sasuke le hizo daño, al dejarla y físicamente, aún así no importaba ahora, de ninguna manera, sería egoísta y era consciente de ello, su padre no aceptaría la relación, comenzaba a aceptarlo sin ni siquiera exponerlo.

¿Quién podría confiar en él conociendo lo impredecible de sus acciones?

Hyuga Hiashi no lo haría, incluso ella aún tenía sus dudas pero en esos momentos, ese momento en específico nada importaba. Prefería morir en sus manos que perder el contacto. Seguramente el clan entero la juzgaría de loca si llegaran a saberlo, pero lo amaba, amaba cada parte de él y no podría perderlo.

-Te amo mucho Sasuke kun—Le confesó besándole la frente—Y solo quiero estar contigo, ¿deberíamos irnos lejos?

Él se removió haciéndola sonreír levemente, él estaba dormido lo sabía sin embargo la escuchaba.

-Te llevaré a donde quieras—Susurró él apenas entendible abrazándola por la cintura.

-Quiero ser egoísta—Habló en voz alta—No quiero preocuparme de los demás solo de ti y de mí.—Explicó sus pensamientos.

Sasuke no le respondió, así que ella le acarició nuevamente el cuero cabelludo.

-Quiero que tengamos un bebé como Temari, y quiero verte con él en brazos... jugando con él, ¿podrías hacerlo?

Él gimió sin darle algún significado.

-Te amo—Susurró ella soñadora—Quiero que cuides a nuestros bebés que tendremos.

-Lo haré—Con voz ronca y poco entendible le respondió.

Hinata volvió a besarle fugazmente los labios, eclipsada del deseo sexual y de sus ilusiones. El cuerpo masculino significaba y despertaba tanto en ella, el simple hecho de querer atraparlo y no perderlo. ¿Cómo se podía amar de esa manera? ¿Desear de tal forma?

Lo abrazó ahora con sus manos recargando su cabeza sobre la de él, sintiendo su corazón agitado comenzando a relajarse y dejarse vencer por el sueño.

Sasuke abrió los ojos casi dos horas después, aún adormilado logró percatarse que aplastaba el cuerpo femenino, gruñó adormilado y consciente que no debió quedarse dormido y que tendría que partir ahora, la liberó de su peso, logrando ver el angelical rostro robándole unos locos latidos a su corazón.

Buscó su ropa en el suelo y se vistió rápidamente, se adentró al cuarto de baño para rociar su rostro con agua y desaparecer los rastros de sueño.

ImpulsividadWhere stories live. Discover now