The Boy Who Tamed the Sourwolf [Traducido].

Capitulo 9

Stiles silenciosamente maldijo a todos los amigos con Scott. Si no fuera por él, nunca se habría unido al equipo de lacrosse.  Nunca habría sido sometido a los ejercicios incansables del entrenador. Su favorito hoy fue vueltas. Ya había corrido cinco de ellos. Sus piernas y su pecho estaban en llamas. Músculos gritando en protesta. El entrenador se aseguraba de que estuvieran empujando sus límites. Afortunadamente, Stiles nunca cedió a la presión de los compañeros y comenzó a fumar. Hubiera sido mucho peor. Pero aún así, el entrenador les gritaba que fueran más rápido. Sobra decir que todo fue una gran cantidad de mierda.  Aunque él sí tenía un espectador.

    Erica estaba en las gradas, mirándolo como un gato. Esa marca registrada sonría en su rostro. Boyd estaba allí con ella. Desde su fecha, las cosas habían ido bien. La llevó a la cena y la película más cliché.  Erica había amado cada minuto.  Han sido inseparables desde entonces. Boyd se estaba beneficiando tanto como Erica.  Se sentó a almorzar con Stiles como los demás. Tan seguido como pudo e igual Isaac. De alguna manera, había logrado encontrar velocidad y coordinación, y estaba haciendo un excelente trabajo en el campo. Los tres estaban cerca.  Más cerca de lo que había esperado.

    A pesar de que Erica estaba saliendo con Boyd, ella tocó mucho a Isaac. Una mano sobre el hombro. Un beso en la mejilla.  Totalmente afectuoso. Más que la mayoría de los amigos. Ella era igual con Stiles. Cada vez que se veían, la joven lo envolvía como una pitón. Boyd nunca dijo nada. De hecho, él mismo se estaba volviendo táctil. Nunca tan abrazador como Erica. Pero una palmada en la espalda, o un cepillado de los hombros. No tenía mucho sentido para Stiles.  Pero lo soportó de todos modos. Cora era otro asunto.

     La joven mujer era esencialmente la versión femenina de Derek. Oscuro, melancólico y relativamente silencioso. Ella nunca decía mucho cuando la veía. Solo compartieron una clase, pero tuvieron el mismo período de almuerzo. Intentó en muchas ocasiones distintas para que ella se abriera. Pero ella nunca lo hizo. Solo estaba ese silencio pétreo, que impregnaba el aire. Cada vez que se sentaba con ella en el almuerzo, ella nunca se opuso. Pero no parecía muy feliz con Isaac, Erica y Boyd. Había una cierta tensión que los tres tenían hacia ella. Isaac mantuvo la mirada baja. Boyd ni siquiera miró en su dirección. Erica, bueno ... Erica fulminó con la mirada como dagas. Sus palabras fueron dulces y tiernas. Pero la mirada que le dio a Cora bien podría haber sido letal. El sentimiento fue mutuo. Cora estaba tan fría con ellos como lo estaban con ella. Stiles nunca preguntó. No es su lugar. Había suficiente drama en su vida como es. No necesitaba agregar lo que estaba pasando entre los cuatro.

     Scott y Allison estaban teniendo sus propios problemas.  Su padre insistió en conocerlo.  Allison, no tanto. Scott no vio un problema con eso. Pero debajo de su sonrisa de dientes blancos y sus rizos hinchados, Allison era una leona. Ella no retrocedió. Los dos estaban en la etapa intermitente de la relación. Un día, no estaban hablando. El siguiente, tomados de la mano en todos los momentos posibles. Fue absolutamente repugnante de contemplar. Scott estaba loco por esta chica. Enviando textos de poesía de amor adolescente cursi el uno al otro. Fue horrible e hilarante en el mismo momento.  Stiles no pudo evitar sentir un poco de pena por su amigo. Pero solo un poco. Tal vez con el tiempo, podría sentirse menos asqueado por todo esto.

    Hoy, los dos estaban siendo castigados. Scott había sido nombrado co-capitán junto a Jackson. Habían salido de la sala de juegos en celebración. El entrenador tenía una idea muy diferente en mente. Y no involucraba nada divertido. En celebración, el entrenador había ordenado un conjunto furioso de ejercicios y prácticas dobles. Iba a ser una tarde larga. Las vueltas fueron solo la primera parte.  Stiles sabía lo que vendría después. Carreras defensivas. Él no era musculoso ni grande. Pero él podría recibir un golpe. Para alguien tan descoordinado como él, poseía un talento sorprendente para poder soportar el tackle. A Jackson le gustaba probarlo a menudo. Pero los ejercicios implacables habían aumentado su resistencia a grado profesional. Nueve de cada diez veces, tomó a su tackleador con él. Jackson no estaba contento con esto.