☆×~"Ámame como lo hago yo"~×☆ ✔✔

"Especial, AU Bunny-Creek" CON YAOI

-Exelente jefe, gracias por preguntar- me senté delante de él y se puso a servir café.

-Mira Leo... Voy a ser franco contigo, gracias a ti la empresa a crecido muchísimo. Tanto así que debería ponerte a cargo YA mismo, ser nuevo jefe, pero debido a que yo no puedo retirarme aún... Quería saber que piensas- lo miro y río bajo.

-Dudo mucho manejar una empresa, tan bien como lo hace usted- dije y el me da una palmada bastante fuerte en la espalda, no expreso dolor alguno.

-¡Tonterías!- me da la taza de café- Sé que harás un buen trabajo, lo siento en mi corazón. Eres el hijo perfecto que nunca tuve- habla mirándome de reojo y yo no dejo de sonreír. Por dentro sufro, pataleo y hago berrinches como si tuviera 2 años.

-Como diga jefe, yo voy a ser lo que usted diga- ríe fuerte y me da un sobre con el dinero dentro.

-¡Así se habla!- suelta alegre y se termina la taza en unos segundos- Mira has echo mucho por el chico Tweak y me dijo que nunca sales a beber o, dierectamente, nunca vas a ningún lado- se peina el bigote y me mira divertido.

-Si me permite jefe, no veo ninguna necesidad el salir a gastar el dinero en idioteces- acomodo mi corbata algo temeroso y froto mis nudillos.

-Yo te recomiendo salir, en la semana que viene puede que ya seas jefe, vas a extrañar el salir y el divertirte con amigos- se quita el saco y lo cuelga en una percha.

-Si... Supongo que si- dije cabizbajo y tomando un poco de café, esta amargo y caliente, casi me quemo la lengua.

-Bueno, eso es todo, esta noche ponte ropa cómoda y ve con el joven Tweak a salir y beber como si no ¡Hubiese un mañana!- hace un pequeño baile en el lugar y, entre risas, se va a sentar en su escritorio.

Me pongo de pie, me despido y me retiro del lugar. Tweek me espera con una sonrisa y sus manos juntas, como si estuviera rezando.

-Vamos a salir Tweek- dije con una sonrisa de lado y él salta dándome un abrazo.

-¡Si!- se separa y me mira muy feliz- Te vas a divertir- le sonrió y volvemos al trabajo, después de todo puede que el jefe tenga razón... Debo disfrutar el momento con mis amigos.

(...)

Narradadora:

En esa misma cuidad, unos kilómetros más lejos y en el aeropuerto, se encontraba nada mas y nada menos que el mismo Kenny McCormick, mundialmente famoso por ser un adonis. A modelado trajes, ropa cotidiana, ropa interior, trajes de baño, a representado relojes, autos, zapatillas, etc. Muy famoso.

A su lado siempre esta su oficial, compañero, mejor amigo y consejero. Craig Tucker. Un ex jugador de fútbol americano, una fiera; por esa razón un cuerpo bien marcado, aunque le estrella era Kenny.

Una multitud de chicas, adolecentes y mujeres se acerca y lo rodea, Craig hace lo imposible para protegerlo. Todas pedían autógrafos, fotos o besos de parte de él. Kenny siempre cumplía con lo que le pedían, rara vez con los besos, solo besaba en la mejilla.

-Tucker estoy cansado...- dijo mirando a su colega que casi es aplastado por las chicas.

-Descuida, encontraré un lugar para descanzar- responde tomando rápidamente el brazo de su amigo y subiéndolo a su vehículo.

Pequeños golpes hacían que el auto, en su interior, tuviera mucho ruido. Gritos y lloriqueos. Bocinas para quitar a la gente de enfrente y al final pudieron marcharse.

-Tantas mujeres y ninguna es perfecta...- dice el rubio mirando por la ventana.

-Descuida McCormick, algún día aparecerá la indicada- responde Craig dándole pequeñas palmadas en la espalda.