Su último marido (R#8)

14. La boda

Rodeo mis piernas alrededor de la cintura de Kyle, mientras sigo sobre la mesada y él se ha deshecho de mis bragas. Deja repetidos besos en mi cuello y la piel se me eriza.

Que hombre más caliente.

—No te muevas —me aclara porque aún tengo el pie enyesado y luego agarra el preservativo para acto seguido ponérselo —. Vamos a celebrar —Estira mis piernas para luego unirse a mí.

—Sí —Lo beso.

Sí, vamos a celebrar tu muerte. Una vez que te asesine, será muy gratificante y beneficioso para mi bolsillo. Voy a disfrutar cada centímetro de tu piel, porque luego no quedará nada. Veré tu rostro lleno de tristeza, te romperé el corazón y luego te eliminaré de este mundo. Serás otro marido olvidado en la profundidad de mi mente.

Puedo oír las campanas de boda, pero después esas mismas estarán llenas de sangre.

El tiempo vuela, me veo al espejo, mi cabello corto y castaño queda bien, enganchado al tul. El vestido blanco tiene una flor roja en el lazo donde está mi escote.

Sonrío.

—Que comience el show.

Aunque, será la primera vez que me caso con una muleta. Me giro a agarrarla dónde está, apoyada en la pared, y me dispongo a caminar. Mi pie es lo que está tardando más en curarse, maldita sea.

Voy hacia el altar y cuando ya estoy en la visión del pelirrojo, él corre a ayudarme, terminando por acomparme a dónde está el cura. Miro a los presentes y luego a Kyle, entonces sonrío.

—Ya estamos aquí ¿Son tus socios? —Vuelvo a observar a la gente que supongo que es de su empresa.

—Exacto —Me agarra la mano y la pone en su brazo.

—¿Y tu familia?

—Estamos iguales —dice dando a entender que no tiene como yo.

Mejor, cuando lo maté, nadie va a preguntar por él.