Our Wedding | YoonKook

Pt.1

Había sido un día horrible, pero ahora solo podía pensar en cómo su cuerpo estaba apegado a mío mientras dormía sobre mi pecho.

Jeon JungKook había aceptado casarse conmigo y aún estaba impactado por ello. Por fin tendría a aquel chico que tanto amaba como mi esposo.

Sonreí como un tonto enamorado mientras acariciaba sus hebras azabaches. Me alegraba que se hubiera dejado ese color, en mi opinión era el que mejor le quedaba.

¿Cómo se tomaría ARMY la noticia? Esperaba recibir su apoyo, aunque tampoco es como su por lo que me dijeran fuera a retractarme. Quería a este chico, conmigo, el resto de nuestra vida.

— ¿Qué haces despierto?

Pregunté en cuanto noté pequeños besos sobre mi torso desnudo.

— Eso mismo podría preguntarte, hyung.

Recibí un delicioso beso del menor. Me perdía en sus labios y en lo maravillosamente bien que se sentía tenerle ahí, mostrándonos lo mucho que no amábamos.

El día había empezado con el cielo gris y una tormenta avecinándose.

— Mal augurio.

— Estás más guapo callado Jimin.

Él junto a TaeHyung rieron. Todos estábamos en la cocina, menos el maknae.

— Chicos, no enfaden a YoonGi. Recuerden que hoy es el día.

Sus risas se acallaron y yo sonreí ladino. Aunque de seguro parecía calmado ante los ojos de mis dongsaengs y mi hyung, en realidad me moría de los nervios. JungKook significaba mucho para mí, pero no sabía si estaría dispuesto a dar ese gran paso conmigo.

Sí, éramos novios, pero ser esposos quizás le venía grande para alguien tan joven.

— Tranquilo, YoonGi hyung.

Salí de mi ensoñación en cuanto HoSeok colocó su brazo por sobre mis hombros. Recibí sonrisas de apoyo y, justo a tiempo, porque ahí bajaba el dueño de mi todo.

— Buenos días.

— Buenos días, JungKookie. ¿Amaneciste bien?

Le pregunté acercándome para dejarle un casto beso sobre los labios. Él me sonrió mostrando esos dientes de conejo que tanto me mordisqueaban los labios en la intimidad.

— Sí, hyung.

— Venga bebé, desayuna algo.

JungKook obedeció a Jin y los demás empezamos a despejar la cocina. Jin hyung se encargaría de mantenerle ocupado mientras nosotros terminábamos los arreglos.

— Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer ¿no?

Asentimos y nos dispersamos tras un sonrisa de NamJoon.

TaeHyung y JiMin fueron a por las prendas que habíamos dejado en la lavandería. Mientras, NamJoon se encargaría de terminar de ambientar la habitación en la que todo se iba dar. HoSeok y yo nos fuimos a recoger el anillo.

— Es raro.

— ¿El qué?

— Bueno no todos los días mi mejor amigo se va a proponer en matrimonio.

— Ni me lo recuerdes. Me muero de los nervios.

— ¿El gran Min YoonGi?

— El mismo. Dios, solo espero diga que sí.