One Shots |Yoonji|

Bar |JK|

Era su cumpleaños número 35, y lo estaba pasando solo en un bar del centro. Ahora el menor de BTS, la gran banda de k-pop que triunfo mundialmente, estaba ahí, un miércoles a las tres de la mañana agonizando por dentro en busca de alguien con quien hablar, el cantinero lo acompañó un rato, ya se conocían pero debía atender a los demás.
Pasó la mano alrededor de su nuca, acariciandola mientras en la otra sostenía un martini casi vacío.
Vió su celular, su fondo de pantalla, una imagen en negro, miró hacia el frente, eso era su vida últimamente, una pantalla en negro. Nunca buscó el amor cuando la banda se deshizo pero sin duda el amor lo había buscado muchas veces, mas bien la codicia. El maknae era ahora un viejo de sonrisa melancólica pero prefería ser así antes que tener una esposa que solo piensa en el dinero, como Tae o ser un productor amargado como Suga.
Jung Kook sintió la presencia de alguien a su lado, una chica que parecía unos años menor a el estaba ahora sentada en el banco de su izquierda, se veía amable y cansada, dejó su bolso entre sus piernas, en el espacio que tenía su asiento y levantó la mano para que el camarero la atienda, pero él no la vió.
El mayor hablo alto.
-Siju.
Levantó la mirada en menos de dos segundos y se paró.
-¿Si señor?
Apuntó a la fémina de su lado y el contrario sonrió, se acerco a ella y le tomó su pedido.
-Gracias... Señor.
JungKook la miró por un momento y sonrió.
-No hay problema, ¿Estás de vacaciones aquí?
Negó con la cabeza y apoyo sus codos en la isla.
-Estoy de visita. ¿Usted?
-Festejando mi cumpleaños.
Subió su copa y bebió lo poco que quedaba.
-Felíz cumpleaños Señor.
-JungKook por favor linda.
-Ah... Es un gusto, soy Akisa.
-¿De donde venís?
-Croacia, acabo de llegar.
-¿Y... A quién visitas?
-A una amiga.
Akisa sonrió mirando al frente.
-Ella... Se mudó hace poco con su novio.
-Ah, genial, ¿Viven en Seúl?
-No, a las 5 tengo que tomar el tren a Daegu, voy a dormir en el viaje directamente.
-En auto no correrías tantos riesgos, tiene muchas paradas ese tren.
-Si, me comentaron eso pero no me dan los números para alquilar uno y, no quiero molestar a mi amiga ya le dije que iría sola.
-¿Confías en mi?
El mesero volvió, dejó una cerveza en la mesa junto a Akisa y se fué.
-No mucho, literalmente acabo de conocerte.
-Entonces vas a tener que aguantarte despertar cada media hora por la gente del tren.
Una sonrisa burlona llenó la cara del tipo.
-Hey... Para... Bueno, tal vez un poquito.
-Eso me alcanza, vamos.
-Pero tomaste alcohol.
-Fueron solo dos martinis, vamos.
El hombre se paró rápido y tomó la mano de Akisa.
-¿Vamos Aki?
Intento nombrar su nombre de una manera tierna y la empujó un poco de la mano para darle confianza a lo que Akisa solo asintió y lo siguió sin cuestionar nada. Quien diría que dos apenas conocidos tendrían el mejor viaje de sus vidas juntos, en un auto y pasando por carreteras oscuras llenas de misterio.

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Originalmente escrito para mi mejor amiga así que disculpen si hay errores.