Palomitas

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—¿Por qué la máscara? Es decir, faltan 7 días para Halloween.

—Lo sé, pero CineMundo se prepara con una semana de anterioridad para festejarlo, ya sabes, decoramos las salas, hacemos especiales de películas de terror hasta tarde...

—Sí, eso lo sabía, cada año vengo con mis amigos para ver una película de terror, siempre elegimos la función de las 10.

—Es la última de la noche.

—Exacto.

—Creí que eras de las típicas chicas que aún van a pedir dulces con sus hermanos o que van a fiestas de disfraces, o ese tipo de cosas.

—No, dejé de pedir dulces a los 10, y las fiestas nunca me llamaron la atención, en cambio venir a ver películas, esa sí es una gran manera de pasar Halloween; ¿y tú qué harás? Se ve que eres el típico chico que le hace bromas a los niños para quitarles sus dulces.

—Soy el típico chico que le hace bromas a los niños para quitarles sus dulces, pero este año estaré trabajando, así que no podré llenar las casas con papel higiénico, ni tampoco podré lanzar huevos, mucho menos asustaré a las personas; será un año tranquilo para mí.

—La gente estará a salvo este año, Aleluya.

—Sí, pero el próximo año volveré.

—La forma en la que lo dijiste, eso sí que dio miedo, y la máscara le dio un mayor efecto de terror.

—Soy malevolo.

—Sí, lo que digas... en fin, ¿podrías darme una palomitas?.

—Vaya, creí que nunca ordenarías, es mi oportunidad.

—¿Para qué?.

—¿Recuerdas cuando te dije que en Noviembre vendrían nuevas ofertas?.

—Ay, no.

—¡Pues te traemos de sorpresa y por tiempo limitado la semana Zombie!, la cual trae grandes promociones, un nuevo sabor de palomitas, nuevos dulces y sabores de helado, concursos en los cuales te puedes llevar llaveros, palomeras con forma de cerebros o personajes terrorificos, y por si fuera poco...

Olivia suspiró y se recargó en la barra para escuchar todo lo que el rubio decía, estaba segura de que Alan tardaría mucho tiempo en explicarle con detalle las promociones, pero por alguna razón eso no le molestó, ya no le parecía tan irritante escucharlo.