wtbh | ❝Todo cuanto has oído sobre monstruos, sobre pesadillas, leyendas susurradas alrededor de una hoguera; todas esas historias son ciertas.❞
| liam dunbar x oc |
| temporada cinco de teen wolf |
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❝Más allá de este lugar de lágrimas e ira yacen los horrores de las sombras.❞
WILLIAM ERNEST HENLEY, Invictus
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dos
Madison
Estamos frente a una iglesia abandonada, pero, en realidad, nos encontramos frente al Instituto de Beacon Hills. Un Instituto es un refugio para los cazadores de sombras y, en algunos casos, para subterráneos y mundanos bajo su protección, además de un lugar seguro destinado a albergar y ayudar a los nefilims de todo el mundo en su tarea de matar demonios.
Estamos alejados del centro de Beacon Hills, al lado del bosque.
—Han elegido un buen sitio para pasar desapercibidos —comenta Simon asustado—. No creo que nadie se acerque a esta iglesia si no es por obligación.
Me concentro para que el glamour desaparezca y pueda ver el verdadero aspecto del Instituto. Este, en realidad, es una iglesia gótica, como la de Nueva York, pero muchísimo más pequeña.
Avanzamos hasta la puerta y Jace pone la mano en esta, pidiendo la entrada en nombre de la Clave y el ángel Raziel. Los Institutos no tienen cerradura o llave, puesto que solo pueden entrar los nefilims y algunos subterráneos, si estos primeros acceden y dan permiso. Así que nadie puede entrar sin que nosotros lo autoricemos.
Subimos y nos repartimos las habitaciones, aunque, como sabía desde que salimos de Nueva York, me ha tocado dormir sola. No me quejo; lo prefiero, pero no puedo negar que esto todavía me da un poco de miedo.
Mi habitación en bastante grande, con una cama en el medio, debajo de la ventana. A un lateral hay un armario y, como no sé cuánto tiempo nos llevará esta misión, abro la maleta y saco la ropa de esta. Me pongo el pijama y decido colocar mis pertenencias. Saco una foto que tenemos de los siete juntos y la coloco en la mesita, al lado de una junto a Izzy. Después, saco mi portátil y los libros que he decidido traer y los coloco en lo que queda de sitio en la habitación.
Ya es tarde y hemos cenado en el avión, así que voy a las habitaciones de los demás y me despido.
Cuando vuelvo a la habitación me tiro sobre la cama y me permito descansar. Mañana tengo que ir al colegio a apuntarme para comenzar las clases. Los demás no van a ir, pero creen que yo debería. Nunca he ido a un colegio, siempre he estudiado con Hodge y, cuando él ya no estuvo, con Maryse. Sé todo lo que tengo que saber a mi edad y no entiendo por qué me obligan a ir, pero no puedo rechistar; son seis contra uno.
