pensamientos

¡Maldito sea el mundo!

Ambos se encontraban en una de las mesas más apartadas del gremio mientras se tomaban un par de cervezas bien frías observando con ojos recelosos y mala cara al resto del gremio mientras maldecían entre dientes.

¿Por qué el mundo era tan injusto con ellos?

Era muy bien sabido por ellos que no eran unos galanes de novela de poca monta, ni tampoco eran un ejemplo viviente de caballerosidad, y mucho menos eran los magos más fuertes y poderosos del mundo, no, lo aceptaban, eran de ese tipo de personas que pasaban más bien como personajes extra en la historia, ellos eran magos...

Comunes y corrientes.

Ellos no aspiraban a ser galanes como lo fue Loki en su momento, ni magos respetables como Laxus, ni mucho menos magos admirados (y a la vez odiados) como lo eran Natsu, Gajeel y Gray.

No, lo tenían muy en claro el hecho de ser casi "irrelevantes" y eso nunca les había molestado en gran medida, claro, hasta ahora que por una u otra razón se sentían míseros y solos.

Si solos ¿Qué rayos había pasado para que de un momento a otro todos anduvieran de idiotas enamorados?

Desde un tiempo para acá el gremio venía llenándose de corazones flotantes, rosas brillantes, escenas cliché, ambientes rosados y muchas, muchas estúpidas parejas.

¿Era necesario verse a sí en público? Para eso estaba la intimidad de sus casas, bueno, será que casi nadie lo notaba, pero por extraño que sonase para ellos si era muy evidente y molesto.

Todo empezó cuando Levy, su querida compañera y la chica que les gustaba a ambos desde hace solamente dios sabe cuanto tiempo había terminado saliendo con el idiota de hierro medio año antes.

Eso les había afectado mucho, y había que aclarar, no era por lo que había pasado con lo de Phantom Lord, eso era agua pasada y perdonada, lo que no le perdonaban era lo demás ese tipo no era muy atractivo y mucho menos un poeta ¿Qué le había visto Levy? Lo único a su favor era su fuerte físico y su gran reputación como mago, y nada de eso importaba en el amor, y por más que le daban vueltas al asunto seguían sin comprenderlo, pero bueno en fin, mientras Levy fuera feliz ellos también lo serian, y ya a estas alturas lo habían superado.

Luego vino el rompimiento del "Gruvia" y se reanimaron de cierta manera, ya que hasta un tipo, atractivo debían admitir, como Gray, podía tener fallos en el amor, no eran los únicos miserables, pero poco después todo se vino abajo.

De la nada, así de pronto Natsu simplemente llego un día con la bufanda mal acomodada, el chaleco arrugado, el cabello revuelto, la cara llena de labial rosa mal limpiado y una estúpida enorme sonrisa mientras agarraba de la cintura a una rubia colorada mientras decía a los 4 vientos.

"¡Lucy es mía, los mató si la tocan!"

Sip, se declarón pareja y eso es que el peli rosa acababa de volver de una misión valiéndose un pepino si su mejor "amigo/enemigo" acababa de terminar con su novia.

Pero la cosa no termino allí, si con solo esa melosa y posesiva (por parte de Natsu) pareja no bastará para llenar el gremio de flores y corazones flotantes, al peli rosa le importaba poco la incomodidad ajena y disfrutaba de marcar a su pareja en público, besándola, abrazándola o ya de plano mordiéndose el cuello frente a todos, algo a lo que poco a poco todos se acostumbraron, incluyendo la novia.

Aun así si con eso no bastara, un día de pronto un aura diferente, entre melosa, molesta y bochornosa empezó a rodear a Lisanna y a Freed, y aunque ellos dos nunca dijeran nada a leguas se notaba que había algo allí, por lo que disfrutaban molestarlos y de paso también a Bislockw, y aunque todos sabían que él no sentía nada por la albina era divertido molestarlo.

Pero todavía para amolar la más, estaba el rumor bastante confiable del nuevo novio de Juvia, ¡Si Juvia! Aunque pareciera increíble que hubiera superado al alquimista, lo había hecho y aunque nadie sabía quien era el "novio" a excepción del dragón de hierro, con el solo hecho de que este solo dijera "No me dejo matarlo a golpes" significaba que era verídico el rumor del nuevo romance.

También de repente últimamente Jellal había empezado a ir regularmente al gremio y la maga más temida del gremio se veía más ¿femenina?, pero ellos eran caso diferente, eran tan lentos que hasta pena les daban y todos rezaban por que ya dieran el siguiente paso.

Y para colmo de los colmos, ahora incluso estaba la extraña manía de Cana de ir a otras ciudades a beber, y todos sabían que no era sola, sino que tenía por "compañero de copas" (excusa que había dado Alberona sintiendo a su padre tras de sí) a Bacchus.

Era molesto, muy molesto y lo admitían que esa molestia provenían de los celos, si, los celos de que de pronto todos tuvieran pareja y ellos más solos que el perro.

¿Es que Cupido no se acordaba de ellos? ¿Dios los había dejado a su suerte? ¿Alguna vez había hecho algo para merecer esto?

No.

Por ello estaban molestos, ellos también tenían sentimientos y esa aura rosada les molestaba en gran manera, todos estaban consiguiendo pareja mientras ellos estaban más solos que el gato, ¡Si el gato! Pues hasta el gato azul traía hondas con Charlie.

Jet alzó la mirada suspirando sabiendo que ambos pensaban lo mismo.

— Tranquilo, la amistad es lo que importa ¡Al demonio las mujeres! — Le sonrió.

— Si, nos tenemos entre nosotros — Empezó a llorar melodramática mente junto al otro mientras ambos se abrazaban conmovidos.

— ¡Vivan los Amigos! — Gritaron ambos emocionados llamando la atención de los presentes, pero fue momentáneo, pues ahora lo que llamaba la atención era el hecho de que salía un enojado Laxus del gremio, bueno eso no era nuevo, lo nuevo era el hecho de que una acelerada Mirajane salía corriendo tras él abandonando la barra, eso sí que era sorpresivo.

— ¡Pronto tendremos nueva pareja! — Grito una muy risueña Lisanna quien seguramente le había hecho algo.

Si en definitiva el mundo los odiaba, por lo que indignados sin soltar su abrazo y aun llorando ambos volvieron a gritar.

— ¡Maldito sea el mundo! —