La punta del triángulo.

25 3 5
                                    

Sus días últimamente no eran como él llamaba normales, ya que las cosas habían empezado a ser desde extrañas hasta incómodas desde 2 semanas antes. Todo había empezado con una simple e inocente pregunta de Miraje mientras está le servía su pedido.

"¿Te gusta Lisanna de casualidad?"

Su respuesta había sido un firme y rápido No, por lo que la albina lo dejo por la paz algo desilusionada por tal respuesta, pero con una sonrisa de alivio, desde ese día todos le hacían esa pregunta muy frecuentemente, algo que para él no era gracioso, porque era cierto que la albina le agradaba, tal vez más de lo debido debía admitir, pero nunca, como una mujer en sí, sí no más bien como una clase de hermana, algo parecido a lo que tenían Gajeel y Juvia.

Si eso una linda hermana con la que le gustaba pasar el rato, nada más, ¿A quién se le había ocurrido semejante idea? No lo sabía, pero juraba que no viviría mucho.

Eso corría por cuenta suya.

¡POR KAMI! Él no era un hombre muy romántico, mucho menos le gustaba hablar de ello o pensarlo, estaba bien así, divirtiéndose en su equipo sin preocuparse por eso.

— ¿Te... gusta Lisanna? — Sin desearlo escupió de golpe la cerveza que le acaban de dar, mientras observaba a Freed, quien solo lo observaba atento esperando una respuesta.

— ¡Claro que no! ¿qué demonios estás pensando? — Fue su respuesta un tanto molesto, solamente eso le faltaba, que hasta el peli verde le viniera con lo mismo.

Fue entonces que noto como su compañero se relajó notablemente mientras sin pensarlo se le escapaba un suspiro de alivio.

— ¿A ti? — Se le ocurrió preguntar a forma de burla, ya que ya sabía la respuesta, porque pues... era Freed, lo creía capaz incluso de amar a Laxus pero no a la albina.

— No lose, quizás... —

Fue la segunda vez que se atragantó ese día.

Bickslow parpadeo un par de veces antes de asentir confundido, tras eso el de traje rojo mostrando la confianza que le tenía le contó el cómo el y la chica habían tenido una plática extraña y a raíz de ella, él solamente se quedó con la idea de que le gustaba a la chica, pero no supo que decirle y solo huyó de la situación.

El de casco de caballero más que sorprenderse le dio gracias y río desvergonzada mente llamando la atención de algunos del gremio y siendo callado por el otro.

Fue cuando lo comprendió todo, por eso la pregunta de Miraje ella solamente estaba preocupada por su hermana era todo.

Ufff que alivio.

— Deberías hablar con ella con razón esta como fiera últimamente — comento burlona mente palme ando le el hombro al peli verde.

— pero... ¿De verdad no te gusta?

— OH que no, somos amigos nada más —

— Pero... yo... nada más hablaré con ella, ¡MI lealtad está con Laxus! — dijo fuertemente.

— Amigo, consiguete novia primero que si no te tomaré por gay — dijo con una mueca de desagrado mientras miraba a su amigo que lo fulminó con la mirada y después salió del gremio.

Por su parte él volvió a su cerveza mientras Miraje se acercaba.

— que buen amigo eres, ¡serás feliz por tus amigos!

— claro ¿por qué no lo estaría?

— Porque te gusta Lisanna —

3... 2... 1...

Una avalancha de ánimos y elogios por los del gremio se vino sobre él, fue entonces que no pudo evitar maldecir a esa maldita mujer demonio que ahora por su culpa todos le tenía lástima cuando no. Por su culpa ahora lo consideraban la punta del triángulo amoroso más absurdo que él había escuchado.

pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora