Parte II: Verano de 2019 (3)

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Capítulo 12: El Álbum de la Bisabuela Harriet

Royal Woods, Michigan, Junio de 2019.

Lori observó detenidamente, tan incrédula como horrorizada, la navaja con las iniciales de Lynn Jr. grabadas en la hoja. De reojo miró a Luna acostada en la cama de Leni, y a Luan y Lisa ocupándose de ponerle una venda en la cabeza.

Clyde le sonrió desde el sillón, en lo que recibía un vaso de limonada que Lola muy atentamente había subido para el. La sangre ya no brotaba de su tripa o su pecho; pero en cuanto se volviera a poner la camisa las gasas si se podrían ver por debajo de esta, y solo sería cuestión de tiempo para que los señores McBride las vieran y se armara un gran escandalo.

≪Esto es horrible –pensó, apresurándose a cerrarla y a guardarla en el cajón de su cómoda bajo llave–. Mi propia hermana, una delincuente≫.

Y arrojó la llave por la ventana aposta, no queriendo ver ni tocar esa navaja un segundo más.

–¡Hey! –Luan corrió a asomarse tratando de ver en donde había caído. Luego se giró a mirar con pesar como Lori iba tambaleándose a dejarse caer de culo sobre la cama suya.

–¡E-e-est-t-t-o es mi-mi cu-culpa! –tartamudeó estallando en lagrimas–. ¡S-s-soy una p-p-p-pésima hermana mayor!... De-de... De-de... ¡De-deb-bí ser un m-mejor ejemplo p-para t-todas ust-tedes..., en lu-g-gar de est-t-tar siempre p-pegada a ese co-co-coc-chino t-teléfono!

–No digas eso –se acercó a consolarla Clyde. Leni se cercioró de que Lily siguiera durmiendo plácidamente en su cuna movible y fue tras el.

–Si Lori –secundó la rubia–. Eres una excelente hermana mayor.

–¡N-n-no es cierto...! –gimoteó ella apoyando su cabeza en el hombro de Leni. Clyde la tomó de la mano con suavidad–. ¡F-f-fue mi culpa!... ¡F-fue mi culpa q-que ma-mataran a Lincoln!... Y-yo est-t-taba a c-c-cargo es-esa v-vez que... Y-y aho... A-ahora Lynn... ¡Ahora Lynn...! Lo-lo... Lo q-q-que decía esa ca-ca-carta era ci-cierto... ¡Soy la p-p-peor hermana del mundo!

Las gemelas corrieron a abrazarla.

Lucy suspiró pesadamente, entendiendo que no podía posponerlo más, y se desapareció sin que nadie llegara a verla u oírla alejarse.

–¿Cómo ibas a saber que algo así iba pasar? –acertó a decir Luan.

–Lo de Lynn tampoco es tu culpa –aclaró Lola–. De veras.

–Si te sirve de consuelo... –Clyde señaló sus heridas–, veré que mis papás no presenten cargos por esto.

–De ninguna manera –repuso Luna sentándose en la cama con ayuda de Lisa–. Deja que hagan lo que tengan que hacer.

–¿Qué? –Clyde no supo si sorprenderse con la declaración de Luna, o con el hecho de que ninguna de las otras chicas se opuso ante esta–. Pero es su hermana. Si la denuncian...

–Clyde... –sollozó Lori–. Li-li... Li-li... Lit-t-teralmente t-te reb-banó un pe-pez-zón..., y p-por poco le-le p-p-provoca una co-contusión a Luna... E-e-eso no está na-nada bien.

–A nosotras nos duele más de lo que crees... –prosiguió Luna–. Pero ahora vemos que ella necesita ayuda, y eso implica hacer que afronte las consecuencias de sus actos.

–Pero Luna...

–Si no les dices tu, les diremos nosotras –fue su respuesta definitiva–. ¿Cierto chicas?

Las demás asintieron dándole la razón. Algunas lo dudaron brevemente, pero todas si lo hicieron al final.

–De verdad lo siento por ella.

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