I.

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«... Entonces, para proteger su reino y todo lo que amaba, el Faraón Sin Nombre sacrificó su vida...»

«... Sin razón ni aviso, la primer esposa del Faraón, así como reina, Manet, quien debió tomar el cargo, desapareció sin dejar rastro tras la muerte de su esposo...»

«... Muchos estudiosos e historiadores consideran la posibilidad de una traición, así como también una alianza con el Rey de los Ladrones; sin embargo de lo único que están seguros, es que Manet no era una mujer normal de la época...»

Mana cerró el décimo libro que había abierto y expresó su disgustó con un gruñido.

—¡Esto es imposible! —exclamó sin importarle el eco que provocó la soledad de su biblioteca privada.

Había pasado prácticamente toda la mañana buscando, encontrando y leyendo libros acerca de la historia del Faraón Sin Nombre y de cómo su reina Manet tuvo un papel importante en la toma de decisiones así como en la vida privada del Faraón. Sin embargo, aparte de lo ya conocido, no había mucho que destacar.

Estaba por arrancarse el cabello.

—¿Qué es imposible? —preguntó una voz tras tocar un par de veces la puerta.

Mana recostó su espalda en la silla de escritorio en la que estaba y usando sus piernas como impulso hizo que el eje del asiento girara para así poder permitirle ver de frente a su hermanastro, quien había entrado.

Vestido en traje, pero con la corbata suelta, estaba Marik Ishtar, su hermanastro mayor.

—¡Esto! ¡Mi trabajo para la universidad! —exclamó —. ¡Todo lo que hay sobre Manet es casi tan desconocido como el nombre del Faraón Sin Nombre!

Marik rió y se acercó para echarle una ojeada a los libros que Mana había sacado. A diferencia de ella, Marik ya se había graduado y había heredado todos los negocios de sus padres incluso antes de ser mayor de edad. Él los mantenía, por así decirlo, y ella quería ser de ayuda lo más pronto que pudiera.

Mana nunca se había caracterizado por ser una chica estudiosa. De hecho era de las que se escapaba de clases y dejaba las tareas para el último día; sin embargo ya no quería ser una carga.

—¿Tu trabajo es sobre el Faraón Sin Nombre? —quiso saber su hermano.

Ella negó.

—¡Claro que no! Es sobre la importancia de la mujer en la cultura egipcia. Ellos tenían una ideología muy distinta al resto del mundo. Se le permitía a la mujer estudiar y tener conocimientos, los animales eran cuidados dentro de las casas... ¿Sabías que preferían rendirse antes que lastimar a un gato?

El Misterio De La Amada Del Faraón [COMPLETA]Where stories live. Discover now