Capítulo 3.

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Apretó los dientes con tanta fuerza que la mandíbula le terminó doliendo. ¿Por qué se había quedado callado? ¿Por qué no lo había castigado inmediatamente? Y más importante aún ¿Por qué mierda se había sonrojado? No era una quinceañera, no podía andar sonrojándose estúpidamente sólo por sentir la voz y el cálido aliento de otro hombre sobre su cuello.

Ese maldito de Choi MinHo lo iba a volver loco. Llevaba sólo dos semanas de conocerlo y no podía sacarlo de su cabeza, en cualquier situación que estuviera sólo podían volver a sus pensamientos aquellos ojos grandes y oscuros que siempre lo miraban con diversión, con burla. Por lo mismo buscaba castigarlo, a él y a cualquier otro que le tuviera la más mínima empatía, porque no podía permitir que MinHo lo retara o se diera cuenta de la forma en que llegaba a afectarlo.

Bufó.

Además ¿cómo se atrevía a llamarlo tirano? él nunca lo había sido y mucho menos buscaba convertirse en uno, sólo que no podía permitir que su autoridad se viera burlada; era el líder de ese grupo y debía comportarse como tal.

La vida en el ejército no era fácil y él era el primer encargado de mostrárselo a aquellos que habían tomado la decisión de hacer parte de ella. Un soldado debía estar listo para enfrentar cualquier situación, así esta fuera acatar órdenes injustas o tiránicas. Él mismo tuvo que obedecer algunas y no habían sido pocas las ocasiones en que también su cuerpo, además de su mente, fue puesto al límite con tal de cumplir con el deber. El ejército era así. Todo aquel que estaba dentro debía olvidarse de cualquier cosa distinta a cumplir con el deber, porque no era fácil enfrentarse al miedo, al cansancio, al hambre o a las inclemencias del clima para proteger a otros. Sólo alguien con carácter podía aguantarlo, sólo alguien moldeado con acero tendría la fuerza, sólo alguien que aprendiera a dominar el cansancio y las emociones por sobre cualquier otra situación podría hacer parte de ese mundo. Para eso servía el entrenamiento, para ver quién tendría el temple suficiente para hacerle frente a todo eso y quien simplemente no servía.

— ¡Fórmense! —Ordenó fastidiado de sus propios pensamientos y de verlos sufrir en la pista.

Ni siquiera llevaban diez vueltas pero la gran mayoría ni siquiera hacía el intento de continuar, estaban fatigados, temblorosos y no faltaba mucho para que alguno vomitara del cansancio. MinHo, a pesar de verse agotado había trotado bastante bien luego de haberse unido al grupo al terminar con su propio castigo e incluso había sido uno de los primeros en formarse luego de la anterior orden. Ahora todos estaban ubicados un lado del campo haciéndole frente al sol que estaba en su punto más alto.

—Muchos de ustedes ingresaron al ejército queriendo seguir una carrera militar, otros más simplemente están cumpliendo su servicio obligatorio —TaeMin no pudo evitar pensar en "él" en ese momento pero mantuvo su voz fuerte y firme al hablar. —Sin embargo están aquí porque alguien en algún momento de su reclutamiento creyó que podrían ser aptos para ser parte del grupo de fuerzas especiales. Sé que algunos estuvieron en academias militares o han tenido un mínimo de formación militar, física o estratégico, ¡pero no me explico tanta basura junta! —Si bien desde el principio de su discurso su voz había salido fuerte ahora simplemente estaba gritándolos, regañándolos, mirando dura y fijamente a cada uno de sus hombres. — Desde que comenzaron los entrenamientos no he escuchado más que quejas pero no he visto mayor avance en, prácticamente, ninguno de ustedes. ¡Llevan quince días aquí y no pueden siquiera trotar una hora sin desmoronarse al terminar! ¿Creen que esto es un juego? ¿Creen que basta tener unos cuantos contactos allí arriba para llegar a tener un puesto en las fuerzas especiales? Estoy seguro que la mayoría de ustedes ni siquiera resistiría un sólo día allá afuera.

Para ese punto no se escuchaba entre ellos otro sonido más que el de sus agitadas respiraciones y el de soldados de otros grupos que seguían su propio entrenamiento.

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2018 ⏰

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