13. El grano de arroz

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Capítulo 13: El grano de arroz.

Fred sabía bien que algo extraño pasaba con Maggie Snape, lo supo cuando todos comenzaron a llamarla "La squib de Hogwarts" y cuando la vio estando inconsciente siendo cargada por dos profesores hacia la enfermería, luego de que todos se enteraran que su Profesora Mónaco era una mortífaga.

Hablando de su profesora (ahora, seguramente, ex-profesora), se encontraba en la clase de Defensa contra las Artes Oscuras que compartían para su desgracia con Slytherin. Todos estaban esperando ver quien sería el suplente de su antigua profesora, todos excepto Artemisa Yaxley y la fila de hombres detrás suyo, mirándola embelesados.

Fred realmente había intentado ver que era lo que veían en esa niñita de papi, aunque bueno...Quizá podría preguntárselo a su gemelo, al cual había agarrado más de una vez viendo a la chica como lo estaba haciendo en este instante.

Le dió un codazo a su hermano, que se pusó rojo hasta las orejas al haberlo agarrado con las manos en la masa.

- Deja de mirarla, tonto. Es Yaxley, por Merlín -le susurró, para que Lee no los escuchara ya que estaba sentado a su lado izquierdo.

George se rascó el cuello, nervioso. Volviendo a mirar brevemente a la chica, que cambiaba de color su cabello con aburrimiento.

- No la estaba mirando -fingió estar ofendido, aunque el tembleque de su voz lo delataba-. ¿Por qué miraría a una engreída hija de mortífagos?

Quizá la gente no lo supiera, o no lo imaginara, pero los gemelos Weasley (y todos los Weasley en realidad) habían sido criados con un profundo resentimiento y rencor por cualquier persona que haya estado del lado de Voldemort en la guerra, siendo su mayor defecto la imposibilidad de perdonar o dar el beneficio de la duda a aquellos que se mostraban arrepentidos de su pasado. Y lo que es aún peor, catalogar a los hijos de aquellas personas de la misma forma que a sus padres siendo que estos no tenían ninguna culpa pero debían cargar con el peso de las miradas desconfiadas de la gente.

Fred sonrió socarrón.

- Siempre te han gustado las aristocráticas princesas rubias -se jactó a costa de su gemelo, que se quedó momentáneamente mudo ante la afirmación.

- No es rubia -George miró como Artemisa volvía a cambiar su cabello a su rubio original-, bueno hace un segundo no lo era...Además no es mi culpa, ¿Has visto lo hermosa que es? Cualquiera se la quedaría mirando -se defendió como pudo.

Fred sacó la lengua con cara de asco. El solo imaginar esa situación se le hacía muy perturbador.

- Querrás decir cualquiera se la quedaría mirando menos yo -refutó.

George bufo, algo molesto.

- Eso es por que a ti no te gustan las rubias, Fred.

Fred se encogió de hombros.

- Siempre me llamaron la atención las chicas que tienen más...Color, sí, no solo ese rubio insípido en la cabeza -le explicó, George sonrió con picardía.

- ¿Alguien como Mag...?

- No te atrevas a decir su nombre, Georgie -le cortó, incómodo y molesto a partes iguales.

Era cierto que cuando conoció a Maggie le había gustado un poco...¡Esta bien! Le había gustado muchísimo, Maggie probablemente en su lista de niñas hermosas iba segunda, seguida por Angelina Johnson y en primer lugar siendo superada por su hermanita Ginny (pero sacando a la familia, Maggie muy a su pesar era la más hermosa de todas). Pero ahora ya no le gustaba más puesto que había descubierto que ella era una persona muy mala. Y aunque tampoco recordaba bien por qué según él Maggie era mala, lo era y punto.

Las Crónicas de Maggie Snape I: Visiones (Fred Weasley)Where stories live. Discover now