Capítulo 18

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Poché

Eran cerca de las 10:00 pm y no había sabido nada de ella en todo el día.

La llamé por décima vez en el día y volvió a saltar el buzón, esta vez decidí dejar un mensaje.

-Gorda, ¿Está todo bien?, no he sabido nada de ti en todo el día, por favor cuando escuches este mensaje me llamas a la hora que sea, te quiero –Deje el mensaje en el buzón de voz.

Me puse a ensayar, lo bueno de ser la capitana del grupo de baile es que conozco la coreografía completa antes que todos y Calle y yo la estuvimos practicando antes de irse.

Mi teléfono sonó y Fui corriendo para ver si era Calle, pero para mí mala suerte era Mario, no conteste y volvió a llamar.

-¿Qué quieres? –Respondí.

-Que es esa forma de responderle a tu novio –Dijo Mario al otro lado del teléfono –Solo te llamo para decirte que voy a pasar por ti en 15 min.

-Pero ya es tarde y mañana tengo escuela –Respondí.

-No me interesa, vamos a salir –Dijo.

Finalizo la llamada y quería gritar y golpear todo, me comencé a arreglar, no podía creer que Mario me estuviera haciendo esto, tengo que encontrar la forma de decirle a mi papá para que termine esto, no quiero estar engañando a Calle con esto.

Calle.

Ya eran muy tarde, se me había ido el día platicando con Mariand y no me había percatado que no traía mi celular.

-Ya es muy tarde –Dije.

-Sí, se me fue el tiempo volando –Dijo –Tienes en que regresar.

-Sí, traigo el que era mi carro –Hice muecas.

-El zapatito –Dijo y se rio –Tantas aventuras que tuvimos en él.

-Ni que recordarla –Dije riendo y me puse un poco roja.

Nos despedimos y quedamos en salir otro día para seguir platicando.

Llegue a mi casa y mi mamá aún no estaba, corrí a mi habitación en busca de mi celular.

Tenía muchas llamadas perdidas de Poché y un mensaje de voz, escuche el mensaje e inmediatamente le marque a Poché.

-¿Estas viva? –Fue lo primero que respondió Poché.

-No, te estoy hablando desde el cielo –Dije.

-Boba!!! Me tenías muy asustada –Dijo.

-Estoy bien, no tienes de que asustarte, olvide mi celular y fui hacer unas compras.

-Bueno, al menos ya estoy tranquila que estas bien –Dijo.

-¿Qué hiciste hoy? –Pregunte.

-Nada –Escuche que dijo sin ánimos –Te extrañe.

-Yo también te extrañe, odio estar tan lejos, quiero poder ver esos ojos que tanto me gustan, poder besar tus labios, morder tu cuello, tocar tu cuerpo y sentir tu piel tan suave.

-¡Calle! –Dijo con voz agitada.

-¿Qué pasa? –Dije.

-Me vas a odiar por decir esto y yo también me odio pero tengo que colgar, me está hablando mi papá –Dijo.

-Dile que te espere –Dije.

Quería hablar con ella la extraño, necesito escuchar su voz unos minutos más para no sentirme tan lejos de ella.

-No puedo, tengo que colgar te quiero –Se despidió.

-Te quiero –Alcance a decir antes de que cortara la llamada.

Poché.

Quería seguir hablando con Calle y eso que me hizo sentir con las palabras que dijo.

Tocaron la puerta.

-Está abierto –Grite.

-Poché abajo esta Mario –Dijo mi hermana.

-Dile que ya voy –Respondí.

Me vi al espejo y era la peor pinta que había tenido, en verdad no quería hacer esto.

Baje las escaleras y vi a Mario hablando con mi papá.

-Hola amor –Dijo Mario.

-Hola –Dije –Papá voy a salir con Mario, espero no regresar muy tarde.

-Sí, ya me dijo Mario que van a salir, no hay problema solo con cuidado. –Dijo mi papá.

-Sí señor, ya sabe que yo la cuido muy bien –Dijo Mario.

Yo solo lo mire.

-Ya vámonos –Dije –Entre más pronto salgamos más pronto regresaremos –Dije para que solo Mario me escuchara.

Salimos de la casa y Mario condujo hasta una casa a la que nunca había ido.

-¿Que hacemos aquí? –Pregunte.

-Vamos a ver a unos amigos –Respondió.

Bajamos del carro y entramos a la casa, había unas cuantas personas, pero ninguna eran los amigos que yo conocía de Mario.

Mario comenzó a platicar con sus amigos y empezó a tomar, era una persona totalmente distinta a la que yo conocía.

Me senté en un sillón y le mande un mensaje a Calle.

-Extraño dormir contigo –Mande el mensaje.

-Yo te extraño a ti –Respondió Inmediatamente -¿Qué estás haciendo?

-Estoy en la sala con papá y mi hermana –Mentí.

-Pensé que estarías ensayando –Respondió.

Reí porque si estuviera en casa si estaría haciendo eso y me encanta que me conozca tan bien.

-Más tarde ensayo un rato –Respondí.

-Ya es tarde, deberías de dormir –Dijo.

Mario se acercó a donde estaba y me beso, su aliento era horrible, sabia a alcohol y olía a cigarrillo. Su beso era muy rudo, me separe de él.

-¡Que te pasa! –Le reclame –No voy a estar tolerando esto Mario.

-Tú vas a tolerar hasta donde yo quiera –Me dijo.

Trato de besarme y yo me quite.

-No Mario, así no –Dije –Yo en verdad te quiero, te aprecio estuvimos muchos años juntos y nunca te engañe ni te mentí, yo no merecía lo que me hiciste y yo hoy estoy con Calle y la quiero y necesito que entiendas eso.

-¡No! –Dijo –Yo en verdad te amo y si, sé que lo que hice estuvo mal, nunca debí engañarte, por ahora te voy a llevar a tu cara, pero seguiremos con esto lo siento, no quiero perderte y si esta es la única forma lo seguiremos haciendo así.

Nos fuimos de la casa, no podía dejar que Mario manejara en el estado que estaba así que maneje hasta mi casa y le dije a Mario que se quedara.

2 corazones y una pistaWhere stories live. Discover now