Cliché.

Cliché 9: Drama innecesario.

Cuando el timbre de salida apareció, Camila y Casey salieron con sus brazos entrelazados con un solo objetivo: Buscar a Peter Carter.

– ¿Dónde está? – le preguntó Casey buscándolo con la mirada.

– No lo sé. No contestó mi mensaje – dijo sacando su celular de su bolsillo y dándose cuenta de algo indignante – me dejó en visto – Casey optó por reprimir su risa.

– Pues con lo predecible que se veía hoy con su disfraz de chico malo – respondió Casey sonriendo con burla – y con ese mensaje que le escribiste, no me sorprende – Camila puso sus ojos en blanco sin dejar de caminar.

– No interesa nada de eso – dijo. Casey se encogió de hombros – tengo que terminar con él –

– Hace unas semanas te veías taaan enamorada de Carter – le dijo Casey – y ahora quieres terminar con él así como así –

– No es así como así, Casey – respondió Camila indignada – tú viste el lugar donde trabaja, tú viste otras cosas humillantes. Me mintió –

– Veo que prefieres a una maid que al hombre araña – dijo Casey mientras que la boca de Camila se abría y sus mejillas se ruborizaban de manera inmediata – en realidad no te culpo. Carter está muy sobrevalorado – a Casey el chico le parecía bastante aburrido.

– A mí no me gusta Lauren – respondió Camila nerviosa.

– No, solo quieres terminar con tu novio supuestamente gay para tú ser libremente gay con la chica mala que, no te gusta, te encanta – le habló sarcástica mirándola fijamente con sus ojos azules, quemándola paradójicamente.

– Estás siendo ridícula – apartó su mirada aun ruborizada – de cualquier forma, tengo que encontrar a Peter y terminar con él – volvió sus ojos a ella con arrogancia – porque entre ser y no ser, yo soy –

– Uhhh, esa telenovela es muy buena – asintió Casey impresionada.

– Vamos, Cas – suspiró caminando más rápido, abriéndose paso entre la manada de estudiantes que no tenían educación y frustraban a Camila.

–

– ¿Te gusta mi novia, no es así? – preguntó directo al entrar al café y ver a Lauren de pie frente a él. La chica creyó que la vena de su frente explotaría por la fuerza sobrehumana que estaba haciendo para mantener su sonrisa y su forzada expresión de felicidad, tan forzada como sus ganas de vivir.

– ¿A qué viene tu pregunta? – preguntó Lauren notando el atuendo del chico, muy parecido al de ella.

– Eso exactamente – respondió acercándose pero al detallar la expresión de Lauren prefirió dar un paso atrás – te gusta Camila y quieres ocupar mi lugar en la historia – Lauren inhala, exhala.

– ¿No tienes un lugar mejor donde decir estupideces? – preguntó parpadeando varias veces aun sonriendo de la manera más forzada posible – tu patético trabajo, por ejemplo –

– Si hablamos de trabajos, tú no estás mejor que yo – respondió llevando sus manos a su cadera mientras detallaba el lugar – una maid, o sirvienta – rió.

– Al menos no estoy en el closet – sonrió cínicamente. Peter abrió su boca ofendido.

– Te equivocas, es más, soy muy hombre – dijo agravando su voz – todas las chicas de la preparatoria se mueren por mí – sonrió orgulloso.

– Todas excepto tu novia – se encogió de hombros y la sonrisa de Peter desapareció – creo que se muere por terminar contigo – rió esta vez.

– Camila es mi novia y no puedes hacer nada al respecto – sonrió muy seguro de sus palabras. Yo sí puedo – además ella me ama a mí – se cruzó de brazos.

– ¿Por qué estás teniendo está discusión conmigo? – preguntó confundida y harta – deberías dejarme trabajar –

– Es porque Camila no cree que... – comenzó muy seguro.

– ¡No puedo creer que hayas roto mi nariz de nuevo! – escucharon la voz de Camila acercarse a la puerta de entrada.

– Lo siento – escucharon la voz de Casey lloriquear.

Lo próximo que vieron fue a la pareja de mejores amigas entrar al café. Camila sangrando por su nariz, como ya era costumbre, y Casey sintiéndose culpable por manejar como si fuera inmortal.

– ¿Peter? – preguntó Camila confundida al verlo dentro del café – ¿Qué haces aquí? –

– Oh, es por esto que no estabas en la preparatoria – agregó Casey. El chico ladeó su cabeza sintiéndose nervioso – ¿A ti también te gusta Lauren? – preguntó mirando a ambos. Camila frunció el ceño.

– Claro que no, Cas, no seas ridícula – respondió Camila de inmediato – ahora, ya que te encontré – miró a su aun novio – sé que leíste mis mensajes, Peter –

– Eh, sí lo hice – respondió nervioso – pero no lo entiendo – Casey se ubicó al lado de Lauren, y ambas veían la escena expectantes e indiferentes a las demás trabajadoras y clientes que habían allí.

– Te explicaré, quiero terminar contigo – dijo naturalmente. Lauren sonrió al escuchar aquello, estaba haciéndolo de verdad – Shawmila – recordó al cantante de las puntadas que tanto amaba Casey – digo, Camter no va más – frunció el ceño – incluso nuestro nombre es terrible ¿No te das cuenta? – preguntó fastidiada.

– No puedes terminar conmigo – respondió en tono obvio negando con su cabeza.

– ¿Ah no? – preguntó Camila cruzándose de brazos – ¿Qué me lo impide? –

– Estoy embarazado – respondió sonriente. Camila ladeó su cabeza pensando que era imposible por muchas razones – bueno no – suspiró de inmediato – mal chiste –

– Vergonzoso – Casey negó con su cabeza decepcionada.

– No puedes terminar conmigo porque nosotros somos la portada – dijo como si hubiera descubierto algo muy valioso, haciendo sentir tonta a Camila – ¿No te das cuenta? – preguntó sarcástico.

– Claro, tenía que ser así. Es un cliché, duh – habló obvia – el mejor de lo mejor – habló orgullosa – de cualquier forma, estoy terminando contigo – asintió puntualmente. Peter intentó hablar – es típico del amor, chico puntadas – suspiró dándole ánimos.

– No lo acepto – respondió simplemente. Camila puso sus ojos en blanco recordando que tenía sangre en su rostro.

– Deberías – suspiró – ahora si me disculpas, necesito que la chica que me dice ama me cure la nariz – dijo comenzando a caminar – sirvienta... –

– Claro – suspiró Lauren tomando la mano de Camila para dirigirla a una mesa antes de buscar el botiquín. La menor se dejó llevar sonriente.

– Te terminaron – le dijo Casey riendo. Peter la miró de una manera nada agradable – uh, calma chico malo –

– Esto no se va a quedar así – le dijo muy seguro. La rubia natural negó con su cabeza.

– Se va a poner mejor – respondió mirando con una sonrisa hacia la mesa donde estaba su mejor amiga y Lauren. Camila le sonreía de una manera tan brillante mientras Lauren revisaba su nariz – mucho mejor – Peter vio a su ahora ex novia, ella nunca lo había mirado así, solo podía preguntarse si era cierto que a Camila le gustaba Lauren.

Pero eso sería muy fácil y predecible, así que...