El Cuñado de Park Chanyeol -CHANBAEK- [MPREG]

III

Chan Yeol aparco el auto frente una casa de dos pisos con grandes ventanas. Uno de los muros estaba casi cubierto de madreselva, se bajaron del coche y subieron hasta la entrada. Cuando hubo abierto la puerta, Chan Yeol se hizo a un lado para dejarlo pasar, inspiro nervioso antes de entrar. Solo iban a ser unos días, se dijo. Y si estaba allí era por Eun Ji. Entonces... ¿por qué se sentía como si estuviese adentrándose en la guarida del lobo?

¿Por qué? Porque era un tonto que su subconsciente fantaseaba con aquel hombre tan atractivo lo había invitado a su casa porque estaba interesado en el, lo cual era ridículo considerando que era el esposo, de su difunta hermana. ¡Vaya que si era ridículo!, se dijo cuándo nada más cruzar el umbral vio una gran fotografía enmarcada de Eun Kyung en la pared con una sonrisa llena de inocencia, y Eun Ji de bebe en sus brazos.

El recordar a su hermana dolía con miles de espinas en los pies.

Al adentrarse un poco más en la casa, siguió observando más fotos de ella sobre la pared. alguna de las familia de tres que eran, otras junto a Chan Yeol, junto a Eun Ji, había fotografías de todas las medidas, grandes, pequeñitas, polaroids, grandes retratos, y podía observar a su hermana tan reluciente, feliz con aquellas expresiones dulces y soñadoras.

Detuvo su paso por que algo llamo su atención, Baek Hyun recordaba haber extraviado aquella fotografía, pero al parecer alguien la había hurtado de sus cosas. Era una polaroid, donde se encontraban él y Eun Kyung. Baek la sostenía sobre su pecho, mientras su hermana hacia un puchero, lo cual lucia tierna ya que se resaltaban sus grandes pómulos. Baek Hyun estuvo contemplando aquella fotografía por un largo tiempo, detrás suyo se encontraba Chan Yeol observándolo en silencio, no iba a interrumpir aquel momento tan íntimo. Su pequeña hermana tenia siempre la costumbre de husmear entre sus cosas, de esa forma había obtenido aquella polaroid, Eun Kyung siempre buscaba la forma de tener cerca a su hermano mayor, siempre lo tenía en sus memorias.

Eun Kyung siempre tuvo lo que a él no se le permitió, tener una familia; una persona que te quiera y no te juzgue, alguien a quien le gustaba, que su familia no le recriminara nada... Pero por más celoso que se sintiera de su hermana, Baek Hyun sabía desde el primer momento que el inmenso amor que le tenía nunca se iría por unos estúpidos celos.

Y aquella no era la casa de un hombre que invitaba a una mujer o un hombre a su casa porque quiera acostarse con él; era la casa de un viudo que está profundamente enamorado de su esposa.

Chan Yeol se detuvo frente a la primera puerta del pasillo del segundo piso por el que acababan de entrar, la abrió y encendió la luz. Era un dormitorio decorado con tonos rosas y malvas-tan calidad Eun Kyung- no pudo evitar pensar, sabiendo que esos colores eran los que caracterizaban a su hermana.

-Este es el cuarto de invitados. El cuarto de baño esta justo ahí.-le dijo señalándole una puerta que había a un lado.-Cuando hayas descansado un poco, baja y veré que tengo en la nevera para cenar. Baek Hyun había almorzado en el avión, pero desde entonces no había tomado nada, y al oír la palabra –cenar- le sonaron las tripas, sintiéndose demasiado avergonzado.

-Si quieres puedo preparar algo.-le dijo.

Chan Yeol bajo la vista a su estómago y luego volvió a levantar la mirada con una sonrisa divertida en los labios.

-No hace falta. Pamela, la empleada del hogar de mi madre, me llena cada semana la nevera con comida casera que ella prepara.

-Que amable.

-Ha estado haciéndolo desde que Eun Kyung murió... Creo que le preocupa que este demasiado ocupado como para cocinar.

-¿Y no lo estás?