XII

10.2K 695 876
                                    


Era una bonita mañana de domingo; despejada, pero fresca. Luminosa, pero no irritante. Animada, pero no bulliciosa. Para Neji, quien no solía fijarse en los detalles con demasiada frecuencia, era simplemente una normal y perfecta mañana que él debía desperdiciar haciendo recados.


Bien, no, no precisamente haciendo recados, pero sí haciendo algunas más compras de las usuales, como bien se lo recordaba la lista que cargaba dentro del bolsillo del holgado pantalón blanco; además de haber pasado por la tienda de armas para nutrir sus suministros de kunais y shurikens (quedándose un rato para charlar con Tenten, claro), se había pasado ya por el supermercado para surtirse de frutas, verduras, algo de carne y condimentos, y por la farmacia donde compró un nuevo botiquín de primeros auxilios.


Mientras andaba por la amplia calzada del distrito comercial de Konoha, se le vino nuevamente a la cabeza la posibilidad con la que había estado jugando las últimas semanas: mudarse. Y, nuevamente, pudo enviarla hasta el rincón más alejado de su mente para una posterior consideración. Si bien en un principio la idea había surgido como un intento desesperado de ofrecerle algo de distancia a su prima ante una situación supremamente incómoda entre ellos, que actualmente se había superado, la opción de contar con un espacio propio se había estado materializando en su cabeza con inusitada frecuencia; ¿sería tan malo ser un poco más independiente y tener algo de privacidad? Tenía veintidós años, edad en la que no era raro que un muchacho decidiese vivir en su propio techo. Sí, sería algo perfectamente natural y comprensible... de tener otro apellido, claro, o quizás de encontrarse en un nivel inferior dentro de la jerarquía del clan ya que, si bien seguía siendo parte de la relegada rama del Bouke, Neji era se encontraba en una relativamente elevada posición, sólo por debajo del Consejo, de Hiashi Hyüga y de Hinata.


Hinata. Inconscientemente su cara formó una mueca ante el recuerdo de ella explicándole de forma tímida y atropellada que había requerido a su padre para restaurarlo nuevamente como su guardián permanente y oficial. No le había molestado la noticia, pero... muy en el fondo, una pequeña parte del rebelde adolescente que, aparentemente, no se había ahogado por completo en el fondo de su corazón, se estremeció al sentir las cadenas apretándose alrededor de su cuello. Era absurdo, y le avergonzaba profundamente el sentirse de esa manera, pero era una realidad; ahora le tenía un profundo aprecio a la familia, y su sentido del deber era fuerte... Quería especialmente a Hinata, y estar a cargo de su seguridad lo complacía, pero... diablos, era una tontería, pero... él la cuidaba, lo había hecho por muchos años sólo por voluntad propia. Él no quería rendir cuentas a nadie sobre el paradero de ella, ni sobre sus acciones, sus entrenamientos y conversaciones.


Recordó muchas veces anteriores en las que se había sentido ligeramente dolido ante las distintas insinuaciones ante el hecho de que ella ya no necesitaba su protección, y eso lo hacía más absurdo aún, pues había retornado a su posición de preciado guardián..., posición desde la cual la posibilidad de una mudanza se tornaba cada vez más y más lejana.

Al inhalar, Neji percibió un aroma dulzón y parpadeó sorprendido al notar que estaba de pie frente a la floristería. La tienda estaba vacía y él no era de comprar flores, pero no pudo evitar echar un vistazo general a las distintas tonalidades y formas que se traslucían por el ventanal; formas y colores que le hicieron recordar el olvidado paquete envuelto en papel violeta que se encontraba escondido en su armario. Un olvidado regalo de cumpleaños.


-No creo que sea buena idea...


La voz femenina era baja y tenía un timbre nervioso, pero Neji pudo reconocerla como la de Ino. Pudo verla de espaldas, en un rincón ubicado en la parte derecha del ventanal, y ella charlaba con un hombre, quedando ambos casi perfectamente ocultos de las miradas curiosas. Casi.

Enséñame. [NejiHina]Where stories live. Discover now