—A que sales con Harry y que estás aquí con su mejor amigo.

—Yo no salgo con Harry, Crystal lo hace –aseguro y le doy un vistazo notando que ya ha besado a cuatro chicos diferentes desde que llegamos aquí—. Él es solo mi mejor amigo.

—No sé si cree eso –habla otra.

—Puedes creer lo que quieras, no tengo motivos para mentir –me encojo de hombros y Scott se acerca a mi oreja.

—Es tiempo de irnos –dice y el olor a alcohol me golpea en la cara, él se despide de todos al igual que yo y luego abandonamos la casa de Louis—. ¿Dónde está mi auto? –pregunta mientras se tambalea.

—Scott, creo que podríamos pasar de nuestra cita hoy –le ayudo a mantener el equilibrio—. Prefiero llevarte a casa.

—No, está bien –me estampa un beso en los labios y logra dar con su auto, rápidamente se acerca y esta vez no abre la puerta para mí.

—Scott...

—Ven, ya vamos tarde –esta vez parece un poco más lúcido y rodea el auto para abrir la puerta y algo insegura me monto en el carro, él rodea el carro y pone en marcha a este, la música está por los cielos ensordeciéndome un poco, quiero preguntarle a donde vamos, pero simplemente no me escucha pues está cantando con todo lo que tiene.

Frustrada me detengo a mirar las casas al pasar, las calles y parejas que van por ahí de la mano, mientras yo estoy aquí con él, borracho y completamente fuera de sí.

De pronto el auto se detiene frente a...¿Un motel?

—¡Sorpresa! –dice emocionado y un nudo se hace en la boca de mi estómago.

¿En serio esta es mi sorpresa?

Una vez más baja y rodea el auto para abrir la puerta para mí, lo observo claramente incómoda pero no parece importarle.

Me toma de la mano y vamos al interior, es un lugar elegantes y oscuro, comienzo a pensar en la mala elección de lencería y en lo nerviosa que estoy de todo esto, es decir, nunca he hecho esto y hoy es el día en que eso cambie.

—Ven, es aquí –me sonríe y llegamos a una habitación bastante linda, hay velas encendidas en todos lados, dos copas y champagne y pétalos de rosa sobre la cama—. Espero que te guste –dice antes de abrazarme por la espalda y solo le doy una sonrisa tímida, estoy tensa y lo sé porque mis hombros duelen.

No debería sentirme así, este debería ser un día memorable y simplemente me siento aterrada.

—Tranquila –comienza a besar mis hombros y acaricia mis muslos.

—¿No...no crees que es muy pronto? –pregunto tratando de que no se note mi inseguridad.

—Claro que no –continúa besando mi cuello y está vez su mano se desliza desde mi muslo a uno de mis pechos dándole un apretón—. Ya nadie espera tanto.

—Yo quiero esperar –anuncio tímidamente apartando su mano de mi pecho.

—¿Por qué querrías eso? –vuelve a repetir su acción y yo la mía—. ¿Hablas en serio? –pregunta frustrado.

—Sí, apenas te conozco –volteo a verlo.

—Jade, hace una semana que estamos juntos –toma mis mejillas.

—Lo sé y me gustaría que pasaran muchas más –le abrazo por el cuello—. Creo que es necesario esperar.

—No, maldita sea –se aleja de mí y me da la espalda—. Jade, pagué mucho por esta habitación.

—Debiste preguntar si yo quería que lo hicieras –mi ceño se frunce.

—No puedo creer que hables en serio –se ríe—. Tengo que hacer algo, no voy a quedarme así.

—¿A qué te refieres? –pregunto antes de que él beba las dos copas de champagne.

—Llamaré a alguien que no se preocupe de idioteces como tú –escupe molesto—. Ahora vete.

—Pero...

—Adiós, Jade –canturrea y decido abandonar el lugar, la chica de la entrada me mira confundida y yo solo salgo a la calle.

¿Y ahora qué?

Sigo la primera acción que mi cerebro me ordena y le envío un texto a Harry para que venga a recogerme.

Mientras espero a que él llegue veo como otras personas vienen a este lugar de diferentes edades y de seguro parejas que son amantes, eso no resulta tan impresionante, lo impresionante viene luego cuando Crystal está aquí.

—Le dije a Scott que no valías la pena –dice con alegría y pasa por mi lado para detenerse frente a la puerta y mirarme—. Ni una palabra a Harry.

Como si a él le importara –digo antes de que ella entre y sé que me ha escuchado porque da un portazo.

Minutos después mi salvación ha llegado.
...

Harry después de recogerme, accedió a quedarse conmigo a pesar de estar molesto, lo que valoro mucho.

Ahora mismo está buscando cosas para comer en la alacena mientras yo lo observo desde el mesón de la cocina.

—¿Y ahora porque me miras? –pregunta sin dejar de hacer lo suyo.

—Gracias –digo y él me mira sin entender—. Siempre estás ahí cuando te necesito –admito—. No sé qué haría sin ti.

No es nada, Jade –sonríe mientras sigue buscando las frituras que mi mamá esconde de papá—. Es lo mínimo que hace un mejor amigo ¿No? Ser incondicional.

Creí que después de Scott, nunca volverías a hablarme –suspiro y él finalmente encontró lo que estaba buscando.

—Jamás podría –cierra la alacena, toma todas las cosas que él cree necesarias para nuestra noche de película y camina hacia donde estoy para besarme en la mejilla—. Ahora vamos a buscar algo que ver.

—De acuerdo –le sigo.

Soy tan afortunada.

•••

Espero que les haya gustado. No sé cómo, pero he estado escribiendo mucho, pues me emociona esta historia (igual que todas las otras en realidad) y he desarrollado una especie de obsesión por saber que viene luego.

Espero no defraudar a nadie.

Voten, comenten y difundan. 💕

temporary fix ; jarry stirlwall ✔✔Where stories live. Discover now