Capítulo 34: La indicada.

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DOMINIC.

Camino por el pasillo del departamento de finanzas rumbo hacia el ascensor, acabo de salir  de una reunión con un buen resultado con el jefe de relaciones públicas, los nuevos contactos para dar mayor crédito a la compañía han comenzado a dar sus frutos.

Eso me satisface, pero mis pensamientos andan en la deriva hacia otro rumbo.

Sophie me mostró un poco más acerca de ella, cuando fui a buscarla al cementerio el día de ayer. Ese momento que compartimos fue importante para ella, al igual que para mí.

He sentido la necesidad de contarle acerca de mí. Sobre mi pasado para ser claros.

Lo que fui antes de tener la fachada del rico y exitoso empresario que soy ahora. ¿Merece la pena decírselo? absolutamente si.

Cada vez me queda claro que Sophie es la mujer indicada para estar conmigo por el resto de mi vida. Es una mujer que los lujos le dan igual, ella se siente bien con lo que tiene, por los frutos de su esfuerzo.

Marco el botón para llamar al ascensor y espero.

— ¡Dominic! —esa es la voz de Marcus, me giro y lo veo acercándose hasta mí por el pasillo por donde yo he venido, mientras mueve su mano en el aire a modo de saludo.

—Pase por tu oficina más temprano y tu secretaria me dijo que aún no habías llegado.

—Ya sabes que yo no soy una persona madrugadora, pero hay momentos en que intento serlo. —se ríe un poco, mientras se pasa una mano detrás del cuello. —Había venido a buscarte, pensando que podía llegar antes de que la reunión se terminara pero veo que no fue así.

Justo en ese momento el sonido de las puertas del ascensor nos indica, que ya había llegado. Ambos entramos, pulso el botón que nos llevaría directo al piso directivo, para no esperar interrupciones de personas que quieran subir en los demás pisos.

Retomando la plática, digo. —Para la próxima, procura estar a tiempo Marcus —me apoyo en la pared con los brazos cruzados.

Pasan algunos segundos, para que mi amigo hable nuevamente.

— ¿Soy sólo yo, o te noto un poco extraño el día de hoy? —Marcus se frota la barbilla con la mano, en semblante pensativo.

Yo bufo. — ¿Mi expresión habla por mí?

—Llevamos años conociéndonos, somos como hermanos. Dime que conflicto interno tienes ahora, si es que ese es el problema, para que tu consejero privado te ayude —lo veo acomodarse la corbata, para hacerse notar más profesional.

Yo lo veo con ironía. Las puertas del ascensor se abren, y sin responderle aún, salimos. Sophie esta en su escritorio con la vista fija en su computadora, razón por la cual, no se ha dado cuenta de nuestra presencia. Me detengo frente a ella.

— ¿Ocupada?

Ella de inmediato levanta la mirada y sonriéndome responde. —Solo me ha tomado más tiempo de lo que pensé en terminar de redactar este documento, en cuanto lo termine te lo llevare para que le des una ojeada.

—No te presiones mucho, cariño —me inclino un poco para acariciarle una mejilla y de paso aprovecho en darle un beso en los labios.

—Descuida, no lo haré —dice, sin dejar de sonreír. En eso se percata de la presencia de Marcus, que está junto a la puerta de mi oficina, mirándonos a ambos con una gran sonrisa en la cara. — ¿Quieren algo de beber?

—No, gracias Sophie. Nos las apañaremos con la basta selección de bebidas embriagantes que Dominic tiene en su pequeño bar —responde Marcus, sin permitirme hablar antes.

Lo ignoro. —Así estamos bien —camino hasta mi amigo, abro la puerta y le doy un empujón para que entre a la oficina.

— ¿Y bien? —habla Marcus, sentándose en mi silla detrás del escritorio.

Me quito la chaqueta y la lanzo al sofá, no llevo corbata así que me ahorró la tarea de quitármela también.

Me dejo caer en el otro, apoyo la cabeza en el respaldo y con la vista fija hacia el techo inspiro profundamente y sin rodeos digo. —Le contare todo sobre mí a Sophie, siento que estoy ocultándole parte de mi vida, cosa que es cierto, aunque no es que yo vaya a cambiar o algo así por decírselo, ambos tenemos claro que lo que vivimos anteriormente solo nos ha ayudado a lograr lo que somos ahora. Pero desde un principio yo conocía prácticamente todo sobre ella, y si me pongo a reflexionar un poco, Sophie no me ha preguntado nada del tema.

—Tal vez simplemente esta esperando que tu hagas el primer paso Dominic, acaso no recuerdas cuando James fue el que le dijo que tu hacías donaciones a orfanatos y aún así Sophie sabiendo la verdad. Siempre actuaba al margen de desconocerlo.

Tenía razón, Sophie solo respetaba lo que yo me guardaba. De seguro ella espera que sea honesto en algún momento de nuestra relación.



SOPHIE.


—Sophie hoy después de trabajar, te llevaré a un lugar que quiero que conozcas.

Eso me había dicho Dominic más temprano, cuando le pregunte si debía ir a cambiarme de ropa me respondió que no era necesario. Luego de eso, no me dijo nada en todo el día referente al tema.

Estoy terminando de guardar mis cosas, cuando veo a Dominic salir de su oficina. No lleva puesta su chaqueta, y los dos primeros botones de su camisa están desabrochados, su cabello un poco despeinado de como se lo había visto antes.

— ¿Lista? —me pregunta cuando esta frente a mí.

Con un asentimiento de cabeza, le doy mi confirmación a la vez que tomo mi cartera. Me rodea la cintura con una mano para atraerme hasta él y de esa forma nos dirigimos hacia el ascensor, rumbo al estacionamiento.

Lo notó un poco nervioso o ¿sólo es mi imaginación?




Pensé que John o Walter conduciría, como usualmente había hecho en estos días. Pero Dominic fue el que lo hizo.

Durante el trayecto, él no pronuncia palabra alguna. Yo miro por la ventana, estoy familiarizada por las calles en donde pasamos, hasta que llegamos a las afueras de la ciudad y cualquier pensamiento de una cena en algún restaurante, fue desechada de mi mente.

Llegamos a una zona, en donde las calles eran más estrechas y la falta de seguridad en el lugar era evidente. Condominios y edificios en mal estado eran notables por donde mirarás, personas con ropas sencillas caminaban en la acera.

En mi mente cruzó el pensamiento de que si no hubiera conocido a Claire y en ese tiempo tampoco contado con un trabajo, pude haber vivido en un lugar similar. Pero igualmente, habría salido adelante.

Dominic estaciona el auto frente a un parque. Apaga el motor y sale, para abrirme la puerta.

—Este lugar no ha cambiado mucho —murmura más para si mismo, cuando salgo y cierro la puerta tras de mí.

Lo notó un poco distante, como si su mente vagara en recuerdos que estoy segura que le trae el lugar.

Lo escucho suspirar, al momento en que toma mi mano para dirigirnos hacia el parque. Caminamos un poco hasta que nos detenemos en una banca, frente a nosotros está una pequeña dulcería.

Dominic toma asiento, y yo hago lo mismo. No quiero preguntarle el motivo del porque estamos aquí, espero hasta que él hable.

Pasan minutos, en los que él mantiene su vista fija en la dulcería. Cuando escucho sus palabras.

—¿Ves esa dulcería de enfrente?

Asiento. Pero él no gira su rostro para verme, pensado que el gesto no lo ha visto, estoy por hablar respondiendo un "sí", cuando continúa.

—Ahí solía estar el orfanato en donde fui abandonado por mis padres, estuve en ese lugar por varios años. El edificio sigue igual.




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Bueno primero que nada les agradezco por el apoyo que me dan al votar y comentar :) ❤️❤️



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